La artista villenense Lorena Amorós lleva su último proyecto, Naturaleza Zombi, hasta Salamanca
La prestigiosa galería Adora Calvo, de Salamanca, acogerá desde el próximo sábado 21 de noviembre Naturaleza Zombi, el último proyecto de la artista villenense Lorena Amorós. La inauguración tendrá lugar a las 12.30 horas. La exposición aborda el fenómeno de la taxidermia tomando como referente histórico la figura de Martha Maxwell (1831, Condado de Tioga, Pennsylvania), la primera mujer naturalista y aficionada a esta práctica que se convirtió en una figura pública, y que llegaría a tener una notable actividad en la defensa de los derechos de la mujer.
La afición de Maxwell por la naturaleza despertó muy temprano, pero no fue hasta 1862 cuando comenzó a disecar, tras quedar impresionada por la visión de la gran cantidad de aves y mamíferos embalsamados que encontró en una cabaña de su propiedad, ocupada ilegalmente por un taxidermista de origen alemán que se había instalado en ella.
Curiosamente, estos avatares tienen un paralelismo con algunos acontecimientos biográficos de Lorena Amorós. En particular, el encuentro con una propiedad familiar ocupada por un individuo cazador y convertida en un taller de disección animal. Un escenario descubierto involuntariamente por la artista que ha dejado en su trabajo la impronta de este extraño imaginario, que remite a un mundo ajeno conectado con un pasado incompatible con nuestra sensibilidad actual.
La exposición muestra los paralelismos existentes entre las dos biografías, que se entrecruzan en las distintas piezas de la exposición a través del dibujo, el vídeo, la pintura y la escultura. Es así como Naturaleza Zombi hace hincapié en la taxidermia como forma de artesanía inquietante, pero no por ello menos significativa desde un punto de vista cultural y antropológico. Como sabemos, esta práctica ancestral remite a una particular relación con los cadáveres de los animales, ya sea como trofeos de caza o como ejemplares de una escenificación pedagógica en los museos de Historia Natural.
Asimismo, no podemos pasar por alto cómo, desde el género de la Naturaleza Muerta, el arte se ha venido preocupando por un rescate de los cuerpos, a través de las imágenes, antes de su putrefacción. En la mayoría de los casos, esta iconografía ambigua, entre lo animado y lo inanimado, insiste en un mensaje moralizante de lo efímero de los placeres y de los sentidos. Es por ello por lo que Lorena Amorós propone en Naturaleza Zombi un imaginario donde la simbología referida al animal nos interroga sobre su verdadera naturaleza, sobre el dilema de las apariencias.