La Bebería
Si queremos pan nos vamos a la panadería, si queremos zapatos nos vamos a la zapatería, pero ¿qué pasa si queremos un hijo y no podemos tenerlo?
Tenemos un montón de productos a nuestro alcance. Si queremos pan nos vamos a la panadería, si queremos zapatos nos vamos a la zapatería, si queremos ropa nos vamos a una tienda, si queremos un coche nos vamos a un concesionario, Pero, ¿qué pasa si queremos un hijo y no podemos tenerlo? No pasa nada, podemos comprarlo. Porque, sí, ahora hay quien quiere que los bebés también se puedan comprar.
Si cuando quieres comerte una pizza llamas a una pizzería y te la llevan a casa en media hora, ¿por qué no voy a poder encargar un bebé para tenerlo en 9 meses? Es más, si puedo elegir los componentes de una pizza, ¿por qué no voy a poder utilizar la ciencia para elegir los rasgos genéticos de ese mismo bebé?
Todo esto se llama libertad: poder comprar un bebé, poder elegir sus rasgos, etc. Pero luego a ver cómo le explico a mi hijo que lo elegí entre un catálogo de mujeres para gestarle, y que lo compré igual que si fuera un coche. Me pregunto si en un futuro tendrá curiosidad por saber cuánto vale él mismo y así poder decir que las personas sí tenemos un precio. Pensándolo bien es un poco triste, pero bueno, la vida es así.
Vender niños y niñas es una práctica prohibida desde la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia. Pero todo sea por la libertad, aunque esa libertad sea a costa de aprovecharse de la desesperación de las mujeres necesitadas y utilizarlas como máquinas productoras de niños y niñas para satisfacer mi egoísmo, aunque existan multitud de niños y niñas huérfanos y huérfanas en el mundo esperando un hogar.
Porque, claro, las panaderías necesitan hornos, las papelerías necesitan impresoras y las fábricas de ropa necesitan telares. Así que las beberías necesitan mujeres. Si el siglo XXI tiene que convertir a la mujer en una máquina para hacer de los bebés productos comerciales, pues hágase la voluntad del libre capital.
Fdo. Un lector de EPdV
Si se quiere pan o pixza se acude a mercadona, si ropa o zapatos al chino, si bebés o bebesas se va uno, o una,a París…