La biografía del escultor villenense Antonio Navarro Santafé ve al fin la luz
Durante la noche del jueves fue presentada, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, la biografía de Antonio Navarro Santafé escrita por Pedro Hernández Hurtado. El trabajo, de 224 páginas, está profusamente ilustrado con fotografías a todo color del escultor y de sus obras.
Con la presencia de familiares del escultor, de José Ferri Centro Comercial Ferri ha sido la empresa patrocinadora del proyecto, de varios ediles del equipo de gobierno, de Vicenta Tortosa y Genci Estevan verdaderos artífices de la edición del libro, como reconoció por la mañana el edil de Cultura, Francisco Abellán y de un numeroso público que llenó el hall del Teatro Chapí, el propio Abellán, José Sempere presidente de la Junta de Conservación y Tutela del Museo Escultor Navarro Santafé, Vicente Prats y Joaquín Navarro dieron a conocer el libro e hicieron una breve semblanza de la vida y obra del escultor. El acto concluyó con la actuación de los profesores del Conservatorio Profesional de Música de Villena José Fernando Sirera, al piano, y Francisco Serra, al violín, interpretando obras de los compositores favoritos del escultor, Ludwig van Beethoven y Ruperto Chapí.
Sempere, además de agradecer la implicación de los responsables políticos por sacar adelante el proyecto, recordó que su edición coincidiendo con el centenario era uno de los objetivos principales de la Junta de Conservación y Tutela. Escrito por Pedro Hernández Hurtado, amigo personal del escultor, la obra está basada en las conversaciones que ambos mantenían regularmente, gracias a las cuales Hernández Hurtado pudo recopilar infinidad de datos para redactar una biografía de gran autenticidad, según Sempere, ya que refleja todo lo que Navarro Santafé fue contándole de propia voz.
Luces y sombras
Posteriormente, tomó la palabra Vicente Prats, que centró su intervención, más que en las luces, en las sombras que acompañaron a la vida de Navarro Santafé, ninguneado durante décadas por la Villena oficial nadie agradeció en su momento que realizara y regalara al pueblo la nueva talla de la Morenica; ningún representante de Villena quiso estar presente en las inauguraciones de obras como El oso y el madroño o el Monumento al caballo en Jerez; nadie quiso acompañarlo el día que tomó posesión como académico en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, etc.
Afortunadamente, y tras cuatro décadas de silencio oficial, en 1979 comenzaron a llegar los reconocimientos de una ciudad a la que Navarro Santafé quería profundamente, hasta el punto de mostrar una verdadera obsesión por crear en ella un museo y donar su obra a la ciudad así como por llegar a afirmar que hubiera deseado no salir de Villena nunca y dejar en ella toda mi obra, como Salcillo en Murcia. Así, fue nombrado Socio de Honor de la Junta de la Virgen, y posteriormente, en 1983, a instancias del entonces alcalde Salvador Mullor, Hijo Predilecto de Villena. Cinco meses después, moría el escultor. Afortunadamente, se llegó a tiempo, concluyó Prats.
No obstante su relación con la Villena oficial, y también en algunos momentos con la oficiosa, al escultor excepcional como artista; sencillo, humilde y detallista como persona le acabó venciendo su enorme amor por Villena, como se encargó de recordar Joaquín Navarro.
Navarro Santafé no será trasladado al panteón de Hijos Ilustres
En la rueda de prensa anterior a este acto, José Sempere aseguró que la presentación de la biografía sería el acto de cierre del centenario. En este sentido, se lamentaba de que la Junta no hubiese aprobado su propuesta de realizar otros actos para conmemorar el 100º Aniversario de Navarro Santafé, como un homenaje en el Santuario de Ntra. Sra. de las Virtudes. Respecto a la posibilidad de que los restos mortales de Navarro Santafé fuesen depositados en el panteón de Hijos Ilustres del Cementerio Municipal como en otros casos de Hijos Predilectos de Villena, Sempere afirmó que la viuda del artista no quería, por el momento, que fuesen trasladados desde su nicho familiar.
