Con la campaña electoral en su ecuador, las distintas formaciones políticas van dando a conocer sus proyectos estrella, en muchos casos variaciones sobre los mismos tema estrella de los últimos años, y más concretamente el problema de las vías soterramiento o alejamiento seguirá siendo un debate recurrente a corto y medio plazo, alrededor del cual giran cuestiones como el túnel propuesto por el PP o ese gran parque central que el PSOE quiere realizar en los terrenos de RENFE una vez sea eliminado el tendido férreo.
No obstante estas propuestas, no hace falta hilar muy fino para ver que esta campaña no es como las anteriores, en las que se acumulaban promesas sobre promesas a fin de pelear hasta el último voto, al más puro estilo de las subastas de arte. Esta vez, en cambio, la crisis económica está muy presente, los ingresos municipales por licencias de obras van a seguir siendo prácticamente nulos durante una larga temporada y las transferencias de fondos desde el gobierno central o el autonómico poco menos que una quimera, así que a falta de millones, nuestros partidos han tenido que afinar muy mucho sus propuestas para lograr mejoras en nuestra ciudad sin meter la mano en las arcas municipales, y ahí entran de ello problemas como el de las basuras, los olores, el tráfico o las zonas verdes, propuesta que, a fuerza de sensatas, resultan mucho más creíbles que las grandilocuentes promesas de antaño. A ver si cunde el ejemplo, que no es un mal camino.
