La cesión de viales anunciada por el Consell obligará al Ayuntamiento a mantener varias carreteras y travesías
La Conselleria de Infraestructuras ha decidido reducir drásticamente los kilómetros de carreteras, caminos y travesías que dependen de la Generalitat Valenciana y va a cederlas a los municipios, que deberán encargarse de su nueva señalización y mantenimiento.
En el caso de Villena esto supondría que el Ayuntamiento se haría cargo de la avenida Juan XXIII, la prolongación de la avenida de la Constitución (hacia la salida a la autovía), así como un tramo de la carretera de Caudete y otro de la carretera de Las Virtudes, entre otros.
La decisión de la Conselleria ya se ha plasmado en el nuevo Catálogo del Sistema Viario de la Comunitat Valenciana, en vigor desde el pasado 16 de abril, y desde entonces ha generado la protesta de diversos ayuntamientos en las tres provincias, así como del PSPV-PSOE.
La Generalitat asegura que se compromete a ceder estos tramos de carreteras o travesías "en las condiciones de seguridad, pavimentación y drenaje adecuadas a su nueva tipología de circulación" y el alumbrado o semáforos "en buen estado". Pero a partir del momento de la cesión los ayuntamientos se ven obligados a costear todo el mantenimiento de viales, semáforos y señales.
En el caso de Villena, el concejal de Urbanismo y Seguridad Ciudadana Carlos Beltrán aseguraba esta semana que había conocido la noticia, aunque de momento el Ayuntamiento no ha recibido ninguna notificación al respecto. Creo que detrás de este asunto está la escasez de la caja de la Generalitat, pero también el despilfarro de la propia administración, decía el edil.
Esto supondrá que si tenemos que comprar 40 señales para el casco urbano, si nos quedamos carreteras que no son nuestras tendremos que comprar 80 o 100 señales más, y eso lo pagará la ciudadanía de Villena con impuestos locales, apuntaba Beltrán.
