La chispa más cara
Nos estamos acostumbrando a que las palabras del señor Rodríguez Zapatero entren en contradicción con las medidas que toma su gobierno, pues las decisiones del gabinete parecen encaminadas a desmontar definitivamente el tejido empresarial de nuestro país y a hundir en la miseria a las familias españolas.
En la cumbre de Noviembre en Seúl, el presidente afirmaba Las energías verdes crearan en España un millón de puestos de trabajo en los próximos 10 años.
Este prometedor discurso se produjo mientras se gestaba el decreto de punto final de la generación fotovoltaica, y paralelamente como para justificar la medida anunciar una exagerada subida en la factura eléctrica.
Tales decisiones no solamente enviaran al paro a más de 40.000 trabajadores, sino que convertirá la electricidad en un articulo de lujo en este país, sin olvidar la imagen que transmitirá de España el carácter retroactivo con el que se toma la medida que afectara a los inversionistas que pactaron en su momento unas tarifas basadas en unos costos para la consecución de una rentabilidad y garantizar la amortización. Contradiciendo en varios puntos la directiva europea sobre renovables.
Según una encuesta de Opinión Research Business, esta medida incrementará la deuda soberana española en 4.000 millones de euros.
El abaratamiento de la tecnología necesaria para la generación solar, puede permitir un reajuste lógico de las tarifas en próximas plantas, pero enviará a la ruina a los inversores que habiendo cumplido con la legalidad han realizado una actuación basada en un precio de compra en consonancia a la rentabilidad del parque, sin olvidar los impagos crediticios que puede provocar esta disminución de ingresos, aunque en tal caso las entidades absorberán la explotación, quizás eso también interese a alguien.
Independientemente del problema sectorial, esta decisión provoca desprestigio, perdidas económicas y de puestos de trabajo, un proceso de deterioro que ya ha costado 14.000 empleos, pues el titubeante paso del ministerio consiguió mantener permanentemente intoxicado el mercado a base de rumores y malos presagios por parte de sus dirigentes que animaban el éxodo del capital.
Pero básicamente los ciudadanos notaran mucho antes la subida de su recibo, para ello el gobierno enarbola banderas como el déficit de tarifa, provocado por la congelación de los precios que se realizo para conseguir objetivos de déficit en el acceso a la moneda única. Esta hibernación tarifaría no se mantuvo en equilibrio con los costes de generación y peajes de trasiego energético, infraestructuras estas que siguen formando parte de las mismas compañías y sobre las que se carga una deuda con intereses de demora incluidos de unos 15.000 millones de euros en 2009.
La pregunta de porque el gobierno protege tanto a las compañías eléctricas sigue siendo un misterio para la mayoría de los ciudadanos, en 1997 se permitió a estas que incluyeran en su factura una prima llamada Costes de Transición a la Competencia, para la captación de una cantidad máxima de 8.600 millones de euros como ayuda para adaptarse al libre mercado. Hasta 2006 en que se cancelo los distribuidores se habían beneficiado de 12.000 millones de euros, excediendo en 3.400 millones lo pactado, dinero que no han devuelto a los bolsillos de los ciudadanos.
La prorroga en el cierre de centrales nucleares tal y como se están concediendo actualmente, elimina el factor de amortización, pues estas centrales deberían estar ya clausuradas después de su periodo de servicio, lo que provoca que el precio del megavatio nuclear se situé en 18 euros, mientras el hidráulico en 3 euros, paralelamente el usuario lo paga a 110 euros.
Por si esto fuera poco, las empresas generadoras de energía se benefician del precio de venta del kilovatio más caro y normalmente más contaminante, por la entrada en el mercado de las más limpias y costosas, ese es el procedimiento del pool o mercado de la energía, por ejemplo:
Tenemos demanda para un recipiente de 5 litros que hemos de llenar de vino, del que no nos importa ni calidad, ni origen, y vertemos 3 litros de granel que es todo lo que tenemos, posteriormente añadimos para completar un vino joven embotellado, pero como solo nos quedan 2 botellas y son de ¾ nos sigue faltando medio litro, que completamos con media botella de crianza.
El precio del crianza daría el coste del pool en ese momento favoreciendo a los que tengan un vino más barato de producción, además si existe una tarifa regulada por ley para el vino, y nuestro recipiente entra en el mercado por encima de ese precio por la incidencia económica del crianza todos los que revendemos la botella podremos incluirnos en el déficit tarifarío.
Y con ello vuelvo a mi empecinamiento de tratar 2 temas como el mismo, y es que:
- La deuda con las compañías es ficticia, manipulada y generada frente a unos parámetros calculados por ellos mismos, y con unas condiciones de futuro que no se han desarrollado de la manera en que se calculo inicialmente.
- Estas empresas tienen una deuda con los españoles de 3.400 millones de euros.
- Se aniquila mediante Real Decreto la fotovoltaica bajo el pretexto de que su costo es inasumible, cuando realmente es una generación que esta abaratando a pasos agigantados su costo, y que paradójicamente es de las pocas sobre las que no tienen el control las grandes productoras.
- Han venido las prisas para recuperar el supuesto déficit.
Las medidas de presión de los grandes distribuidores dan su fruto, y este es suculento si sumamos los beneficios acumulados en los 4 puntos anteriores que en ningún caso encuentra la oposición del gobierno, y que además les elimina ahora la competencia de hoy y de mañana.
No pretendo bombardear con datos, pero si demostrar con hechos constatables que hay una total complacencia del gobierno ante los objetivos y abusos de estos gigantes eléctricos, tanto en el precio del producto como en la calidad de producción del mismo, pues el precio en pool entre 2005 y 2009, bajo un 31,5%, teniendo en cuenta que en 2005 apenas había producción fotovoltaica, y sin embargo el precio después de la subida anunciada para 2011 se situará en un 48% por encima de 2005.
El desprecio por parte de las eléctricas a los ciudadanos, avaladas por el apoyo que reciben, les permite romper contratos como cuando hace 15 años impulsaron y convencieron a miles de familias para que instalaran acumuladores de calor, y diez años después eliminaron unilateralmente la tarifa nocturna, dejando miles de inversiones en calefacción inservibles y sobredimensionadas.
Como conclusión añadiré que en poco tiempo y una vez aniquiladas las pymes que dan trabajo a más de 40.000 obreros, y las grandes eléctricas disfruten de un mercado con competencia cero, probablemente sean ellas las que instalen y se beneficien de estas tecnologías engordando más el monopolio camuflado del que disfrutan, siempre y cuando en ese momento quede alguien con capacidad para pagar el recibo.