La cocina de Pizzería Damiano y los vinos de Enrique Mendoza, mano a mano
Durante la noche del jueves tuvo lugar, en las acogedoras instalaciones de Pizzería Damiano, una cata-presentación de los vinos de Enrique Mendoza, excelente ocasión para disfrutar de los excelentes caldos cosechados en Villena al tiempo que se comparten buena mesa y compañía en el mejor entorno posible.
Instalados los 20 invitados en una de las espectaculares cuevas excavadas en la roca tan características de la pizzería, donde todo había sido perfectamente dispuesto por Rafa y Virtu, responsables de Damiano, la presentación corrió a cargo de Pepe Mendoza, que con la pasión de la que suele hacer gala en sus intervenciones nos introdujo a los presentes en la historia de una empresa familiar que, tras buscar durante años el lugar idóneo para desarrollar su carrera como viticultores, acabaron sentando sus reales en la finca del Chaconero, en Villena, donde han encontrado las condiciones idóneas para elaborar unos vinos de calidad y con mayor presencia en los mercados temporada tras temporada.
Así, y al tiempo que nos iba introduciendo en los secretos de la viticultura ecológica y de precisión practicada por Enrique Mendoza, fuimos disfrutando, uno tras otro, de algunos de sus vinos más logrados, como el Shiraz crianza, el Petit Verdot crianza, el Estrecho 2005 o el Santa Rosa reserva 2004, todos ellos excelentes, a la par que diferentes entre sí y con personalidad y características propias, para finalizar con el Dolç de Mendoza 2004, un vino dulce espectacular e ideal para combinar con postres o quesos.
La guinda perfecta
Una vez finalizada la cata, como el mejor modo de ir finalizando una tras otra todas las copas de vino que habían quedado a medio degustar, el equipo de Damiano se puso manos a la obra y nos obsequió con unas sabrosas viandas, entre las que no faltaron jamón, queso y embutidos de la tierra, un buen lomo de orza y setas salteadas, para finalizar, eso sí, con un clásico de la casa: sus inigualables pizzas, guinda perfecta para una velada no menos conseguida en la que pudimos disfrutar de lo mejor de nuestra gastronomía en un entorno espectacular.