Educación

La comunidad educativa de Villena se opone a la supresión de una unidad de Infantil en el colegio Joaquín María López

El pasado jueves la comunidad educativa de Villena se enteraba de que la Conselleria de Educación ha decidido suprimir la unidad de Infantil de 3 años del colegio público Joaquín María López. Un nuevo recorte de la Generalitat Valenciana que podría abocar a la desaparición de este centro en el futuro, por lo que el Consejo Escolar Municipal está preparando alegaciones para impedir que esto suceda.
El colegio Joaquín María López es uno de los más antiguos de la ciudad –heredero de las llamadas “Escuelas Nuevas” que abrieron sus puertas en 1933– y en los últimos años ha tenido que cerrar algunas de sus aulas mientras a otros centros les tocaba habilitar tres líneas por las decisiones tomadas por la Generalitat. Una situación que se vería agravada por el denominado “arreglo escolar” anunciado por la Conselleria y que, según el equipo directivo del mismo les abocaría a un cierre paulatino, al contar éste con una sola línea de Infantil.

Al quedar establecida la ratio en 30 alumnos por aula, Educación considera que hay líneas que pueden juntarse con otras y se eliminan, de manera que tampoco hacen falta profesores para esas clases. Y en el caso de Villena ha optado por suprimir una unidad, teniendo en cuenta que en 2014 los niños de 3 años a escolarizar en Villena serán 26 menos que este año.

Por ello, la comunidad educativa del colegio mantuvo el pasado viernes una reunión urgente con la concejala de Educación –Virtudes Hernández– para tratar la cuestión, que en realidad afectará a todos los centros porque los demás tendrán que absorber la demanda de matrículas, aumentando el número de alumnos por aula. Y esta misma mañana de lunes se reunía de forma extraordinaria el Consejo Escolar Municipal para acordar las alegaciones a plantear ante la Conselleria de Educación, que ha dado de plazo hasta el 2 de enero.

La reunión se ha desarrollado en un ambiente tenso, pues en el transcurso de la misma algunos representantes del consejo y parte del público –padres del centro afectado– planteaban sugerir a Conselleria que el cierre fuera en otro colegio que contase con más unidades de Infantil, como el Ruperto Chapí, cuya directora Cati Menor recibía no veía con buenos ojos que se señalase a un centro en concreto. “Nuestra lucha tiene que estar en que se mantengan todas las unidades de Villena y en lograr la máxima calidad de enseñanza; por eso debemos tener claro que eso se consigue con una ratio menor de 30 niños y llegar a un acuerdo para un mayor reparto de la matriculación”, manifestaba.

Finalmente el Consejo ha acordado oponerse frontalmente al cierre de cualquier unidad en Villena, pero se ha emplazado para el viernes 27 de diciembre a una nueva sesión, donde con datos de cada colegio (número de matrículas, mediciones de las aulas, etc.) e informes de técnicos municipales (sobre número de niños de 3 años, estado de los colegios…), se acordará la justificación para oponerse a esta medida.

Al salir de la reunión la directora del colegio Joaquín María López, Mariela Serrano, declaraba que la comunidad educativa debe presentar “una alegación objetiva y clara” y abogaba por proponer que el aula de Infantil se suprima en otro centro que tenga más alumnado, “aunque no queramos que se cierre ninguna, porque es una barbaridad una ratio de 30 alumnos”. Asimismo alertaba de que padres de alumnos que iban a matricular a sus hijos de 3 años no lo van a hacer “porque el centro tiene que dar una estabilidad y así no se puede y se acabaría con su cierre”.

El alcalde Javier Esquembre afirmaba que con este nuevo recorte, la Conselleria “ha logrado enfrentar a la comunidad educativa”, no obstante, se alegraba de que el Consejo Escolar tenga una postura común de que no se cierre ningún aula. “La decisión del Consell no solo conllevaría el cierre de uno de los centros más históricos, sino que perjudicaría a los otros centros, puesto que también tienen problemas específicos con alumnos con necesidades especiales que no podría afrontarse”, añadía.

Por su parte Ana Mas, edil del Partido Popular, manifestaba que “el problema es que Conselleria se ha basado en cifras y ha cogido el centro que menos matriculación ha tenido en los últimos años, aunque tiene una calidad educativa impresionante, por tanto no debemos dejar perder ese aula” y ella que apostaba por suprimir la línea de otro centro que contase con más clases, que se pudieran recuperar cuando haya más nacimientos.

Moción urgente a Pleno
La sesión ordinaria del Pleno municipal, reunida justo al terminar el Consejo Escolar, ha aprobado una moción urgente al respecto presentada por la edil de Educación, Virtudes Hernández. Por unanimidad, el ayuntamiento muestra su rechazo a la eliminación de la unidad de Educación Infantil. Además, y con el voto a favor del equipo de gobierno, se pide a Conselleria mantener en educación infantil y primaria un ratio máximo de 25 alumnos por clase.

El Partido Popular se ha abstenido en este segundo pedimento, señalando que “aún no se ha llegado a un consenso al respecto en el Consejo Escolar”, que deberá volver a reunirse la semana que viene.

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