La crisis económico-festera
La crisis económica sigue estando en el centro del ruedo. Unos toreándola a la Verónica, otros colocándole banderillas y la inmensa mayoría padeciéndola a vuelta-estoque. Mientras los telediarios abren con apuros económicos sus titulares, otros aprendemos economía a marchas forzadas. Que si el riesgo y su prima, que si me están tocando los puntos básicos, que si se nos está viendo la recesión, así que al final según los sabiondos, alguien tendrá que venir a rescatarnos. Pero ése no será un rescate a la antigua usanza, donde el caballero rescataba a la dama matando al dragón. No, es como más moderno. Es un rescate donde el dragón se envía a la cumbre europea, el caballero va a la cola del INEM, y la dama viaja hasta Wall Street, llevándose deuda soberana para invertirla en el índice Nikkei.
La crisis económica afectará un año más y, van cinco, a nuestras fiestas. Como ven la rima está a güevo pero me la ahorraré en letras, pero eso sí, del tesoro. Este año se hará una extraña embajada. El moro luchará por el dólar, Grecia y Obama, frente al cristiano, que defenderá a capa y espada al euro, a Irlanda y a la Merkel, empleando unos nuevos textos redactados por el nóbel de Economía, Paul Krugman.
Las sedes de escuadras y comparsas se llamarán corralitos , donde la excesiva inversión subirá el déficit presupuestario, aumentando la crisis de deuda. Esto provocará una caída de tipos de interés según algunas agencias de calificación, lo que ayudará a que los eurobonos suban sin remisión. Por todo ello, habrá que solicitar una auditoría externa con recomendaciones de austeridad para evitar la quiebra técnica.
Useasé que tendremos que apretarnos el cinturón, ¡Ay perdón! quería decir la faja de moro, pero no mucho, no sea que se nos ponga la cabeza igualica que un ajo porro. Si no lo hacemos así, el IPC tocará techo por enésima vez, reclamando una nueva inyección económica aprovechando la deducción lineal aplicada en el IRPF. O sea que por el artículo 33, lo vamos a seguir pasando más p . que San Amaro.
Probablemente en estas fiestas nos cargaremos el superávit, quien lo tenga y gastaremos ese ahorro negativo anunciado por el BCE. A pesar del calor, nuestros salarios seguirán congelados, esperando que nos suban las ivas y nos bajen las vueltas.
Pero cuando estemos en plenas fiestas, no nos acordaremos del Euribor, y nos importará bien poco que el ICO incentive la inversión para construir VPOS. No nos acordaremos de las burbujas inmobiliarias, aunque sí de las de los refresquicos.
Pero eso sí, después de fiestas vendrán los apretones. Dejaremos los cacharros en el telo-vendo y en el poco-coste. Llevaremos las joyas de la agüela y las de los Exes al Merca-oro. Sacaremos mantas, apagaremos calefacciones, y resignados, esperaremos que no nos suban mucho las pipas y que cambien a menudo los escaparates de la Corredera y de la calle ancha, porque nos vamos a hinchar a verlos.
Aparcaremos el coche y viajaremos en el piojo desde elpoblao hasta lagrícola, y sacaremos del trastero la bicicleta, si antes no la hemos colocado en la boutique de la 2ª mano punto com, y así aprovecharemos de una vez el carril bici-barca colorao.
De toas maneras aguaeras. Las fiestas se pasarán de la mejor manera posible. Si no hay gambas, habrán sardinas, y si no hay petí verdot, tendremos arcabucero. Cuando acaben, como siempre intentaremos hacer balances y poner algo de orden entre tanto número rojo. No tendremos tiempo, saldrá de la chistera la cuesta de septiembre y esperaremos con resignación la puntilla de SUMA, que vendrá cogida de la mano con la vuelta al cole.
Villener@s y fester@s, no preocuparos y disfrutar del momento. Carpe Diem que dicen los latinos. Pasaremos bajo la lona el temporal y le podremos a la tormenta nuestra mejor de las sonrisas. Como dice la Pantoja, lo que les jode es ver dientes. Así que al mal tiempo güena cara.
Felices fiestas 2012.
Fdo. Toni López