Cultura

La Despensa y Bodegas Sierra Salinas, unidas de la mano en una espectacular cena-maridaje

Restaurante La Despensa ha dado un paso al frente en la promoción de la gastronomía y los vinos de la tierra organizando una cena-maridaje junto a Bodegas Sierra Salinas, una oportunidad única para conocer una buena muestra de las exquisiteces del restaurante al tiempo que se catan los vinos de una empresa que, aunque yeclana, tiene sus instalaciones en Villena.
A modo de bienvenida, La Despensa preparó un sabrosísimo un cocktail de tapas –pulpo con salsa gallega, croquetas de jamón, bombón de morcilla con almendras, huevos de codorniz con salsa de soja y bacalao al pil-pil– que, regado con cerveza, dio paso a la cata-maridaje propiamente dicha. Juan Carlos Abraldes, sumiller de Bodegas Sierra Salinas, fue el encargado de introducir la trayectoria de la empresa, proyecto iniciado en 1950 por la familia Castaño y que, trabajando fundamentalmente con la variedad monastrell, aspira a que el público nacional descubra la calidad de los vinos que tenemos en la Comunidad Valenciana y Alicante, que paradójicamente, en muchos casos, son más reconocidos en el extranjero. De hecho, el 80% de la producción de Bodegas Sierra Salinas se dedica a la exportación.

Y tras las explicaciones, llegaron la cena –presentada plato a plato por José Hinarejos, responsable del restaurante– y la cata, maridando a la perfección lo mejor de ambas casas. Para empezar, una anchoa 00 (la de mayor tamaño y calidad) con queso fresco y piparra servida junto a un crujiente de boquerón y pimiento de Padrón, acompañado por el Mo blanco, un vino fresco, seco y afrutado elaborado al 50% con chardonnay y moscatel y que resulta ideal para acompañar aperitivos o pescados. A continuación le llegó el turno al Mo tinto, un vino agradable y sedoso que crecía maridado con uno de los platos más sorprendentes de la velada: champiñón con foie, muselina de ajo y dulce de higo.

Un saquito de queso de cabra con compota de tomate dio pie a probar el Puerto Salinas, vino potente y con cuerpo que es la niña bonita de la familia Castaño, al igual que el Mira Salinas, un caldo muy confitado y aromático, con mucha presencia de madera y un importante toque balsámico que acompañaba a la perfección una brillante carrillera de buey rellena de queso fresco y dulce de membrillo, ideal para dar paso al postre, cuando pudimos degustar una primicia en Villena, el vino Dulce de Salinas, que acaba de salir al mercado, elaborado al 100% con monastrell y que supone un vino dulce ideal para acompañar tanto postres como exquisiteces tipo foie o quesos azules, cualidades que se pusieron de manifiesto al maridar a la perfección con el canutillo de toffe, el coulant de chocolate blanco y el sorbete de frutos rojos con que el equipo de La Despensa –que saludó al completo a los comensales entre los aplausos del público– cerró la cena.

Faltaba no obstante la guinda, que tenía forma de gin-tónic. Elaborado con ginebra Bloom Premium y tónica Nordic Blue, y con un toque de pomelo, manzana y limón, fue el colofón perfecto para una velada que en algunos casos aún se prolongó hasta altas horas, señal de la buena acogida de la iniciativa y garantía de su continuidad en el tiempo.

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