La Encina clama contra la “dejadez” del ayuntamiento
Los vecinos hacen pública una serie de reivindicaciones, algunas de la cuales llevan 6 años reclamando
Isabel Soriano, presidenta de la Asociación de Vecinos de la Encina, ha comparecido hoy para hacer públicas las reivindicaciones de los vecinos de la pedanía, cuya lejanía con la ciudad supone un hándicap extra para tener acceso a servicios públicos totalmente necesarios, como limpieza, desbroce, poda, mantenimiento urbano, etc.
Separados por las vías
La reivindicación más reciente tiene que ver con el vallado de las vías del tren, una decisión adoptada por ADIF por motivos de seguridad pero que ha supuesto dividir el casco urbano, aislando a vecinos al cortar el único paso peatonal y obligándoles a dar un largo rodeo en coche para acceder al consultorio médico, la panadería y el resto de servicios.
Tras alertar a ADIF de la situación, el gestor de infraestructuras ferroviarias se ha comprometido a realizar una pasarela elevada para superar las vías, pero entre proyectos, licitaciones y demás pueden pasar más de dos años, por lo que se insta al ayuntamiento a “reclamar ya a ADIF que inicie los trámites lo antes posible” y, mientras se construye dicha pasarela, se “habilite un paso señalizado como existía anteriormente”.
Accesibilidad y aceras
El 70% de los vecinos son mayores y muchos de ellos tienen problemas de movilidad. Por ello, se reclama un plan de reurbanización y asfaltado, porque las aceras cuentan con una escasa o nula accesibilidad, haciendo que las personas en sillas de ruedas o con poca movilidad no puedan salir solos de sus casas ni pasear por el pueblo si alguien no los ayuda.
Además, las raíces de los árboles están causando daños en el firme, hasta el punto de que en algunos tramos es impracticable ir en coche, en tuberías y en viviendas, sin que desde el ayuntamiento se haya dado solución alguna en los últimos seis años. Por ello, se solicita una reunión con el ayuntamiento para “hacer un listado de las calles o tramos pendientes de un asfaltado”.
Plantas solares
Varios de los muchos proyectos que se quieren instalar en Villena se ubican junto a La Encina. Por ello, los vecinos piden abordar con urgencia la actualización del Plan General de Ordenación Urbana, obsoleto, para “aclarar en qué zonas se podrían instalar estas plantas y en qué zonas no, debido a su valor ambiental y natural”, con el fin de evitar que “entre vías, autovía, canteras y plantas solares nos coman todo el monte y los terrenos agrícolas”.
Inundaciones
La modificación de la escorrentía causada por las obras de la plataforma del AVE y la cantera Ulises ha generado que, con cada episodio de lluvia, se inunde el casco urbano de la pedanía, algo que no pasaba anteriormente, circunstancia que según los vecinos está certificado por un informe hidrográfico. Pese a que tanto ayuntamiento como Confederación Hidrográfica del Júcar tienen conocimiento de dicho informe, “a día de hoy seguimos sin saber nada y nadie parece dispuesto a reclamar responsabilidades a ADIF y a los propietarios de la cantera”.
Mantenimiento urbano
Los vecinos lamentan que ante cualquier reclamación relativa a mantenimiento, obras o limpieza, la respuesta del ayuntamiento sea que “no tenemos personal suficiente”. Por ello, se reclama que se tomen las medidas necesarias, como habilitar las bolsas de empleo, “para contar con un número suficiente de trabajadores que les permita atender las necesidades de toda la población”.
Sin trenes
La Encina ha sido una de las estaciones de ferrocarril más importantes de España, pero en estos momentos su comunicación es muy deficiente, con una sola parada con destino Valencia y ninguna con Alicante, provincia a la que pertenece. Por ello, se insta al ayuntamiento a solicitar a Renfe “una parada más para Valencia y dos hacia Alicante”.
Sin médico presencial, sin colegio…
Otro problema es la falta de atención médica presencial, cortada a causa de la pandemia y que no se ha recuperado tras la misma debido al mal estado del consultorio médico, cuya rehabilitación se llevan tiempo anunciando pero hasta el momento no se ha llevado a cabo. Dicha atención se presta de forma telefónica, con todos los problemas que ello supone, especialmente para la gente mayor.
En cuanto al colegio, se cerró por falta de niños, ya que en su momento solo había 6, pero ahora podría replantearse una apertura, porque “niños pequeños hay”, aunque el ayuntamiento “lleva años sin pagar el alquiler del edificio que albergaba el colegio, donde hoy se realiza la gimnasia de mayores y está ubicada la asociación de vecinos”.
Instalados en un bucle
En definitiva, una larga batería de reivindicaciones de unos vecinos que están cansados de la “dejadez” del ayuntamiento y de ver que “estamos en un bucle, porque por muchas reuniones y conversaciones que haya, no se avanza nada y todo sigue igual que siempre”.
Por ello, concluía Isabel Soriano, “vamos a seguir moviéndonos y recurriendo a quien haya que recurrir para que nuestras reclamaciones sean atendidas y La Encina sea tratada como cualquier otro barrio de Villena”.