La fachada de la Iglesia de Santiago sufre graves desperfectos
Si hace unas semanas llamábamos la atención sobre el estado en que se encontraba el Santuario de las Virtudes, en esta ocasión es la Iglesia Arcedianal de Santiago la que presenta importantes signos de deterioro.
Los arreglos que se han venido realizando durante los últimos años, con cargo a diferentes subvenciones, siempre se han destinado a obras para la conservación del interior de la Iglesia: suelo radiante, sacristía, etc. Únicamente las puertas, en las que se realizaron trabajos de limpieza y acondicionamiento, han sido limpiadas, quedando sin tratar el desgaste que se manifiesta en la fachada. Ahora, una gran mancha blanca ha aparecido a la izquierda de la puerta que da a la plaza de Santiago, se piensa que a causa de la acumulación de agua de lluvia junto a los arbotantes, o posiblemente a causa de una filtración de la canalera que recoge las aguas pluviales.
Pero, sobre todo, llama poderosamente la atención la grieta que, de forma alarmante, se puede apreciar en la puerta que da a la plaza de Santiago, grieta que apareció hace años sin que nadie haya hecho nada hasta el momento. En la parte superior de esta grieta, se puede observar cómo falta alguno de los trozos que componían la piedra original, dando la sensación de que en algún momento puede caer algún fragmento de piedra sobre la acera.
No hay que olvidar tampoco el deterioro que sufre la fachada en la esquina de la capilla donde se encontraba la pila bautismal, esquina con Ramón y Cajal, ya que el paso de los años la ha dejado, prácticamente, negra, dando, al gran número de visitantes que se acercan al templo o la plaza de Santiago, una triste sensación de abandono que no merece uno de nuestros más emblemáticos monumentos.
Sin noticias del arreglo de la muralla
En otro orden de cosas, y seis meses después del derrumbe de parte del lienzo de la muralla medieval de Villena, ordenada levantar en el siglo XIV por el príncipe don Juan Manuel, sigue sin haberse actuado sobre la misma. El 1 de mayo se detectó el derrumbe total del muro, verificando los daños posteriormente Santiago Varela, técnico de la Conselleria de Cultura, y el arquitecto municipal.
Considerando que la parte que quedaba en pie podía suponer un peligro por su mal estado, se acordó su derribo para después restaurar todo el tramo, así como redactar una propuesta para consolidar los dos lienzos de muralla que quedaban a ambos lados del derrumbe, así como se solicitó una subvención a la Conselleria de Cultura para acometer la rehabilitación, algo que, por lo visto, tendrá que seguir esperando.