La Generalitat protege el paisaje de viñedos frente a la proliferación de plantas solares
Para muchos agricultores es más rentable alquilar sus tierras que trabajarlas, lo que pone en peligro el paisaje de nuestras comarcas
Algunos de los últimos paisajes de viñedos alicantinos de producción de vino están en peligro por la mayor rentabilidad para los agricultores de arrendar sus fincas para huertos solares.
Para evitarlo, la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad ha incluido este entorno en el recién aprobado catálogo de directrices para la gestión de 14 Paisajes de Relevancia Regional de la Comunidad Valenciana, con el fin de garantizar su protección y “un proceso de transición energética equilibrado”.
Entre 1.500 y 2.000 euros por hectárea al año ofrecen las empresas de huertos solares, cifras que se convierten en una “tentación” en un sector castigado por los bajos precios.
“Si no tenemos esa viña en algunas comarcas alicantinas, ¿qué nos queda, una región desértica? No hay alternativas, estas instalaciones ocupan extensiones enormes y no dejan crecer ni hierba, se empobrece al máximo el suelo», describe el presidente de la Denominación de Origen Vinos Alicante, el villenense Antonio M. Navarro.
En concreto, esta invasión se cierne sobre el Medio y Alto Vinalopó, en llanos importantes de secano y valles que facilitan la implantación de esta tecnología como Mañán, y en tierras de Villena, Novelda, Pinoso, Salinas, también en Orihuela y la Sierra Escalona, entre otros.
El viñedo, en peligro en Villena
“En las últimas semanas, hay más constancia de la implantación de estos campos de placas solares sobre estos terrenos, lo que nos alerta y genera preocupaciones, con mucha más superficie de la prevista, por lo que peligra la supervivencia en Villena”, detalla Navarro, ya que en nuestro municipio se habla por el momento de 17 proyectos.
“Llevan tiempo con estas prospecciones y han hecho contratos avalados con agricultores, porque muchos de los que poseen viña tienen otros cultivos o trabajos”, añade.
Influye en su contra, además, que los precios de la uva de viña, siendo España una gran potencia como país, son muy bajos. En Alicante, pese a producir con una calidad un poco superior a otras regiones, con más color, grado alcohólico o taninos, tampoco se mejora la rentabilidad.
“Con la población envejecida y un cultivo en horas bajas, la tentación del dinero yo la entiendo, porque esta actividad requiere mucho trabajo y la rentabilidad es escasa, pero es una pena perder este paisaje, un patrimonio como el Monastrell de Alicante”, lamenta Navarro. “El sol que nos ha hecho famosos, se convierte en una desgracia”, apostilla.
Territorios protegidos
«El proceso de cambio a las energías renovables se tiene que hacer con ordenación y regulación del territorio y con cuidado del paisaje, un valor fundamental para todos los valencianos”, ha subrayado el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España.
Además de los viñedos alicantinos, quedan protegidos en este nuevo catálogo el entorno de la piedra seca en Ares, Castellfort, Vilafranca, Culla, Ares y Benassal; los olivos milenarios del Maestrat o el entorno de Sant Mateu, Tirig y la Salzadella; las tierras del vino de Utiel-Requena, les Alcusses i els Alforins; los regadíos históricos de la Huerta de Valencia, la Ribera del Xúquer o la Huerta de la Vega Baja del Segura; y los humedales asociados a sistemas agrarios como la Albufera y arrozales de Valencia, las Salinas de la Mata y Torrevieja o los humedales de Elx i Santa Pola.