La Generalitat reconoce a Villena como área afectada por la plaga de conejos
El edil de Medio Ambiente, José Tomás Molina, ha anunciado que el término de Villena, así como el de otras ciudades de la zona, como Benejama, Novelda o Bañeres, ha sido declarado zona afectada por la plaga de conejos, lo que dará derecho a los damnificados a percibir ayudas.
No obstante, el concejal añadía que tras la declaración debe negociarse ahora la cuantía de las ayudas, por lo que aún no se han abierto las líneas de ayudas a los afectados, señalaba el edil, que explicaba que dichas negociaciones están llevando a cabo a través de la asociación agraria COAG. Asimismo añadía que la declaración supone igualmente que los propios agricultores afectados puedan proceder a la caza o captura de los animales, aunque previamente deberán solicitar dicha acción a las sociedades de cazadores. Si éstas no pudieran hacerse cargo, serán los propios afectados quienes deban hacer frente a los animales. De igual modo, se ha prohibido la introducción de conejos en el hábitat por parte de los propios cazadores, una práctica habitual hasta ahora para asegurarse la presencia de piezas.
Según Molina, son unas 500 las hectáreas afectadas por una plaga que ha encontrado en Villena el lugar idóneo para extenderse, ya que nuestro término está atravesado por muchas infraestructuras líneas de AVE o ferrocarril tradicional, autovía en las que está prohibida la caza, y que los conejos utilizan como corredor para trasladarse seguros de un lugar a otro.
Daños en el Cabezo Redondo
Además de los daños a la agricultura, la plaga también ha afectado al yacimiento arqueológico del Cabezo Redondo, donde son numerosas las madrigueras excavadas por los conejos, que están poniendo en peligro la estabilidad de los restos arqueológicos, datados en la Edad del Bronce.
Tratándose de un lugar de especial protección, y dado que no se puede enviar a los cazadores con sus escopetas a disparar dentro del yacimiento, el ayuntamiento deberá consensuar con la Conselleria de Medio Ambiente el procedimiento a seguir, algo en lo que tendrán mucho que decir los técnicos municipales del Museo Arqueológico, ya lo primordial es minimizar a toda costa los daños al yacimiento.