La Guardia Civil investiga la colocación de unos cebos envenenados que causaron la muerte de varios animales
Han encontrado restos de aldicarb, un pesticida de alta letalidad, en los cuerpos de los animales de una finca de Banyeres de Mariola
La Guardia Civil de Alicante, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza, ha investigado a dos hombres, uno en Banyeres de Mariola y otro en la Nucía, como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por la utilización de cebos envenenados, algunos con resultado de muerte. En la misma operación se han levantado 7 actas administrativas, por hechos similares, a otros vecinos de Banyeres de Mariola, Castalla y Agost.
En el marco de la operación “Antitox”, relativa a la lucha contra el uso de cebos envenenados, así como artes y medios masivos y no selectivos utilizados contra la fauna, agentes de la Patrulla de Comandancia del Servicio de Protección de la Naturaleza, PACPRONA, en conjunto con la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Valencia y Agentes Medioambientales de la Generalitat Valenciana, han procedido a la realización de numerosas inspecciones en fincas y casetas de aperos por distintas localidades de la provincia.
La investigación se inició a finales del mes de octubre de 2019, a raíz de haberse detectado varios episodios de envenenamientos en varios puntos de Banyeres de Mariola, Castalla y Agost, y ha finalizado con 1 persona investigada como presunto autor de varios delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales domésticos y otras 7 personas denunciadas por infracciones administrativas en relación a la tenencia de artes de caza no selectivos, tenencia irregular de armas y tenencia y comercio de productos plaguicidas.
En total los agentes han intervenido: 76 artes y/o medios masivos y no selectivos para la caza como: jaulas trampa, cepos, lazos, costillas, redes para captura de conejos y de aves silvestres y 2 armas de aire comprimido; 18 especies de fauna silvestre o animales domésticos: aves fringílidas protegidas, hurones, cadáveres de distintos animales (un zorro, perros y gatos); y 62 kilos/litros de plaguicidas/fitosanitarios, algunos prohibidos y medicamentos no autorizados o caducados y comercializados en establecimiento no autorizado.
Uso de pesticida con resultado de muerte
Entre estas inspecciones realizadas, destacó el hallazgo dos cadáveres de animales domésticos con síntomas de haber ingerido veneno, en una finca de Banyeres.
Tras la recogida de muestras, los informes del laboratorio confirmaron que fue el aldicarb, un pesticida no autorizado y altamente letal, la sustancia que provocó la intoxicación y posterior muerte de los animales. El mismo pesticida fue encontrado más tarde, dentro de un envase, escondido en una caseta anexa a la vivienda de la misma finca.
Los agentes también descubrieron que el propietario tenía en su poder especies vivas de aves fringílidas, cuya captura y tenencia está prohibida, además de poseer artes prohibidos, masivos y no selectivos para la caza de aves.
Finalmente, este individuo acabó siendo investigado como presunto autor de varios delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, a los que se les añadió el de resistencia y desobediencia grave a los agentes de autoridad por haber desprecintado la caseta donde tenía escondidas las aves.
Otro uso de veneno mezclado con comida en una urbanización de La Nucía
Por otra parte, en una urbanización de La Nucía, guardias civiles del SEPRONA de Altea procedieron a la investigación del propietario de un chalet como presunto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por haber colocado veneno para caracoles (metaldehído), mezclado con comida para gatos en los exteriores de su jardín.
Hasta el momento no se ha podido acreditar la muerte de ningún felino, aunque el veneno pudiera haber provocado daños y muerte a otras especies del lugar, como las aves, ya que se trata de una sustancia no selectiva.
Estas actuaciones están incluidas dentro de la estrategia nacional de lucha contra el uso de cebos envenenados, de la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, donde la Guardia Civil en su conjunto y el SEPRONA en particular contribuyen con su labor de forma muy significativa.