Opinión

La importancia del yacimiento arqueológico de La Corona

Hace unos días hicimos entrega, en el Museo Arqueológico de Villena, de los restos de una mujer de unos 35-40 años y de un niño. Lo extraordinario es que estos dos individuos, los más antiguos de Villena, hasta la fecha, tenían una cronología en torno a los 8.000 años de antigüedad.
Los hallazgos son importantes por muchos motivos: Es un yacimiento único por su contexto, antigüedad y por su complejidad con niveles de ocupación junto a restos humanos. Todo ello en un mismo entorno, en La Corona junto a Casa de Lara, en Villena. Un espacio donde los ingentes datos que aporta a los investigadores darán para años de duro trabajo y análisis.

¿Pero de qué estamos hablando? Es difícil resumir un momento tan fundamental y tan poco conocido en pocas líneas. Estos primeros “villeneros”, esta mujer y este niño, quizás madre e hijo, vivieron en un mundo en proceso de cambio. El clima frío del Paleolítico había cambiado radicalmente, dejando paso a uno más cálido. Los grupos humanos a los que pertenecían estas dos personas se enfrentaron a estos cambios, al clima y al entorno. En un proceso en el que los recursos alimenticios existentes cambiaban y se desplazaban de unos ecosistemas a otros, estos grupos humanos comenzaron a vivir en los llanos junto al agua y a las fuentes de comida, en torno a la laguna de Villena. Fueron los últimos de un modo de vida que nació junto a la misma condición humana, el Paleolítico, fueron los últimos cazadores-recolectores.

En el momento en el que estas dos personas vivieron, en el horizonte, hacia el Este, se estaba desarrollando y generando un nuevo modo de vida. Como una ola en avance creciente, otros grupos humanos, con recursos, tecnología, cultura y religión diferente estaban ocupando el Mediterráneo, rápidamente, cambiándolo todo. Los Neolíticos, los primeros agricultores.

De todos los puntos en el Mediterráneo donde estas dos formas diferentes de vida coincidieron, gracias a la arqueología, podemos determinar que uno fue en el Valle del Vinalopó, en Casa de Lara, en Villena. El recién descubierto nivel de ocupación Epipaleolítico de La Corona y los niveles de Neolítico Cardial en Casa de Lara son datos fiables de este momento. Y los grupos humanos a los que pertenecían estas dos personas fueron los partícipes de este hecho. Sabemos que el neolítico se impuso pero desconocemos cómo y en qué medida afectó a estos grupos. ¿Se adaptaron? ¿Fueron absorbidos? ¿Resistieron y desaparecieron?

Los especialistas que estudiamos estos y otros momentos tenemos que reconocer nuestra ignorancia. Por eso los descubrimientos que nos aportan nueva información son muy valiosos y si esos descubrimientos se refieren a espacios donde documentamos restos arqueológicos de su vida cotidiana con restos humanos, la intensidad de la información que aporta es impagable.

Quisiera agradecer a numerosas personas su aportación y ayuda, por el esfuerzo realizado y el que queda por realizar, ya que es todavía muy largo el camino a recorrer para poder presentar ante la ciudadanía las impresiones y deducciones de los datos que nos genera este nuevo descubrimiento.

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