La Nouvelle Manga
Abandonad toda esperanza, salmo 111º
Qué demonios será eso de La Nouvelle Manga, se preguntarán ustedes. Pues no se preocupen que yo se lo cuento: se trata de una corriente estética de la historieta contemporánea, que surge de la comunión entre elementos del manga japonés (su interés por contar historias sólidas, en muchas ocasiones protagonizadas por personas y acontecimientos cotidianos) con rasgos estilísticos más propios del cómic europeo, sin olvidar la influencia del cine francés, de la Nueva Ola a esta parte.
Quizá algunos recuerden que a finales del año pasado les recomendé Fresa y chocolate, el debut de Aurélia Aurita, una suerte de diario sexual donde la autora, con absoluto desparpajo, confesaba a viva voz sus relaciones íntimas con el también autor de cómics Frédéric Boilet. Si tuvieron el gusto de disfrutar de aquel álbum no se pierdan ahora la segunda entrega, que es incluso superior: los lápices, aunque siguen apostando por la atrevida inmediatez del esbozo, están mucho más cuidados; y en cuanto a su contenido, los protagonistas han madurado y con ellos su relación, lo que lleva a la autora a reflexionar no solo acerca del sexo, sino también a propósito de su identidad (personal y nacional) y su propia mortalidad.
Si quieren profundizar en este mundo hay que señalar que el máximo impulsor de La Nouvelle Manga no es otro que el propio Frédéric Boilet, que gracias a una beca viajó a Japón y acabó afincándose allí junto a su pareja. Desde entonces, sus libros se han visto traducidos a multitud de idiomas y ha colaborado con autores tan representativos del movimiento como el franco-belga Benoît Peeters o el japonés Jiro Taniguchi.
Pueden encontrar en el mercado varios de sus cómics, pero permítanme que les recomiende sobre todo su obra más aplaudida: La espinaca de Yukiko, ejemplo paradigmático de las constantes temáticas y formales tanto del citado movimiento como de su autor, y que ha llevado a la crítica a sacar a colación los nombres de Jean-Luc Godard y Anna Karina, Olivier Assayas y Maggie Cheung: romances de ficción entre realizadores y sus musas, donde el objetivo de la cámara se enamora de la actriz y acaricia su rostro en fotogramas bendecidos con la eternidad. Precisamente así construye Boilet su más célebre creación: como un relato cinematográfico rodado en primera persona y cámara en mano, y que narra su encuentro con una chica japonesa con la que vivirá un breve pero inolvidable idilio, marcado por el gusto por el detalle y con un reflejo del devenir temporal que demuestra su deuda con los hallazgos experimentales del Nouveau Roman y del cine de Alain Resnais o Chris Marker.
Y siguiendo con los símiles con el séptimo arte: Ellas es la nueva obra de Boilet publicada en España, una antología de nueve cortometrajes de temática erótica que cuentan otros tantos encuentros del autor con distintas mujeres; el resultado es una reescritura en viñetas de El amante del amor de Truffaut pero al modo del 8 y ½ de Fellini, en los que el autor logra capturar la inmediatez del presente al mismo tiempo que homenajea a la Mujer, en mayúsculas, como objeto de deseo.
Son éstos dos álbumes que pueden leerse, dados sus escasos diálogos, en media hora... pero conviene dejarse llevar y recrearse en sus páginas durante días, semanas y meses enteros.
Fresa y chocolate 2 y La espinaca de Yukiko están editados por Ponent Mon; Ellas está editado por Dibbuks.