La oposición y los ediles díscolos abandonan el pleno tras negarse la alcaldesa a debatir el cese de Isidro Gosálbez
En la noche de ayer se producía un nuevo desencuentro en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villena. Cuando tras más de 6 horas de sesión plenaria llegó el turno de tratar la propuesta, presentada por el Grupo Municipal Socialista, la alcaldesa Celia Lledó decidió no admitir la inclusión de la moción presentada por vía de urgencia en el pleno. Esto motivó que los 9 concejales del PSOE y Los Verdes dejaran la sala, seguidos por los 4 concejales campistas presentes, que también habían pedido el despido del asesor de Ocio por haber agredido al edil Juan Richart.
En primer lugar había que debatir la urgencia de la misma, para ver si procedía su inclusión en el orden del día. Entonces, basándose en el reglamento de organización y funcionamiento de las entidades locales, dijo que como presidenta del pleno ella podía decidir sí una moción no se admitía. Y en este caso lo hizo alegando que el pleno no es competente para acordar el cese de un cargo de confianza, sino que debe hacerlo la primera edil, que es quien los nombra. Asimismo presentó un informe jurídico de la Secretario Municipal avalando su decisión.
Inmediatamente los ediles del Grupo Socialista se marcharon del salón de plenos, seguidos a los pocos segundos por los del Grupo Verde y por Virtudes Amorós, Juan Carlos Pedrosa, Mari Paz Poveda y Adela Serra, los concejales del Partido Popular que habían exigido el cese de Gosálbez. Así que, por falta de quórum, ya que sólo quedaban en la sala los 4 ediles partidarios de la alcaldesa y ella misma, Lledó levantó la sesión, quedándose en el tintero además el punto de ruegos y preguntas.
Reacciones de la oposición
Seguidamente el portavoz socialista, Carlos Beltrán, declaraba ante la prensa que estos hechos demostraban la actitud intolerante, incongruente y errática de la alcaldesa. Al margen de que su decisión tenga más o menos veracidad legal, Lledó ha corroborado su política de inhibirse a la hora de afrontar la crisis interna del PP, perjudicando a un edil del equipo de gobierno que había sido agredido por un compañero de partido, añadía.
Por su parte Cate Hernández, portavoz verde, afirmaba que había sido uno de los plenos más vergonzoso y que lo que pasa en Villena no es normal. Según ella la alcaldesa debía haber permitido que se votara la urgencia de la moción, aunque luego hubiera usado el mismo argumento para no debatir el texto. Además acusaba a Lledó de dejar a sus propios compañeros de grupo sin voz para explicar su postura ante el pleno. En este sentido, la edil aseguraba que los ediles campistas entre los que no se encontraba Richart, de baja por la agresión iban a votar a favor de la moción socialista, rompiendo la disciplina de voto del PP.
Los campistas indicaron anoche que hoy se pronunciarían al respecto.