La ordenanza sobre locales de ocio y juveniles acarreará sanciones de hasta 3.000 euros al propietario que la incumpla (Actualizada)
El próximo mes de diciembre entrará en vigor la ordenanza municipal que regula los locales de ocio y juveniles que el Pleno aprobó de forma definitiva el pasado julio. El Ayuntamiento ha habilitado un registro en el departamento de Urbanismo para que los propietarios de locales en alquiler privados pero de concurrencia pública los inscriban y presenten la documentación que justifique que se ajustan a la nueva normativa.
Como señalaba el concejal de Seguridad Ciudadana, en julio se dio un plazo de 4 meses para que aquellos locales en funcionamiento y aquellos que se quieran alquilar se pudieran inscribir en el registro municipal. Pero no ha sido hasta ahora cuando se ha puesto en marcha dicho registro, que estará situado en el edificio de Urbanismo, Industria y Medio Ambiente (plaza Pascual Domenech, planta baja).
La inscripción (que será por un año y tendrá que renovarse), correrá a cargo de los propietarios del local que puede ser tanto un bajo comercial, como una vivienda o un piso, tanto si éste se destina al uso de jóvenes, como si se alquila por grupos de amigos o peñas para reunirse en torno a las fiestas de Moros y Cristianos. Deberán rellenar un formulario y tener un seguro de responsabilidad frente a terceros, aportando el recibo, así como un plano de situación interior del recinto con las medidas de seguridad requeridas, declarando también el aforo que debe tener. Por su parte los usuarios de los locales deberán formalizar un contrato de arrendamiento con el dueño. Asimismo aclaraba que, por ejemplo, para dar un día una fiesta de cumpleaños en un local privado no harían falta estos trámites.
El ayuntamiento facilitará una placa identificativa que se colocará en el exterior del local, que en principio será gratuita pero se está estudiando que el gasto de la misma y de la inscripción suponga el pago de una tasa que será baja, aclaraba el edil. Además los técnicos de Industria realizarán inspecciones, antes de dar de alta el local en el registro y posteriormente, de manera periódica, para comprobar que el lugar reúne las condiciones que establece la ordenanza, decía Beltrán. Agentes de la Policía Local podrán acompañar a los técnicos, pero también podrán efectuar después inspecciones aleatorias y levantar actas.
En caso de incumplimientos de la ordenanza, los servicios jurídicos del ayuntamiento abrirán un expediente sancionador, que puede acarrear sanciones económicas, que irían desde los 500 euros en caso de faltas leves, como no inscribirlo en el registro, hasta los 3.000 euros en caso de faltas muy graves, como no tener seguro, añadía el edil. Además recalcaba que locales que sean inspeccionados y se vea que están en malas condiciones deberán ser cerrados, pudiendo denunciar también la situación los vecinos. No obstante Beltrán insistía en que el objetivo de la ordenanza es mejorar la convivencia y dotar de seguridad a los jóvenes, por lo que entendemos que las sanciones deben ser el último recurso.
También se ha trabajado en un Protocolo para la Convivencia, que se aplicará en coordinación con los técnicos de Juventud y Bienestar Social para que los potenciales usuarios de estos locales se conciencien sobre que deben convivir con vecinos colindantes, a fin de que causen las menores molestias posibles, teniendo en cuenta también la participación de los habitantes de las calles donde estén ubicados para saber cómo resolver los posibles incidentes y a quién corresponde cada responsabilidad, explicaba el concejal.
