La picaresca española
El otro día los medios de comunicación, daban una noticia que se refería a los fraudes que se estaban realizando a las aseguradoras, de personas desaprensivas que aprovechando este mal momento que estamos atravesando con la crisis económica, pretenden con argucias y mentiras de todo tipo, estafar a las compañías de seguros.
Tanto es así, que en algunos asuntos de montante económico, las aseguradoras tienen que contratar los servicios de profesionales (detectives privados) para desenmascarar al asegurado, que pretende sacar provecho ilícito de alguna de las coberturas garantizadas en las pólizas, sobre todo, de accidentes, etcétera.
En una escala inferior, pero no por ello menos preocupante, ocurre con las pólizas que comercializan las aseguradoras de multiriesgos del hogar, comercio, etcétera, cuyas garantías son muy golosas. Provocan que algún asegurado mal intencionado quiera aprovechar las coberturas de la póliza para arreglar algún problema en su hogar, que tenía antes de contratar la póliza.
Es por lo que las aseguradoras, para intentar disminuir este tipo de pequeños fraudes, tienen sus propios equipos de profesionales reparadores (electricistas, pintores, carpinteros) para que en el caso de la ocurrencia de un siniestro en el hogar, sean estas personas las que reparen el daño, si entra en cobertura y lógicamente coordinado todo por un perito de seguros, que es el profesional que va a dar fe de que lo ocurrido en la propiedad asegurada esta en ley.
Todos hemos oído muchas veces la famosa frase: esto te lo cubre el seguro o esta otra méteselo al seguro o esta para eso, pago el seguro. Todas estas frases son cotidianas y demuestran en muchas ocasiones que la concienciación de la ciudadanía hacia las empresas de seguros, no es correcta, quizás por una falta de información.
Esto también ocurre porque muchas personas piensan que las aseguradoras no van a cumplir con lo estipulado en el contrato de seguro, firmado por ambas partes. Este concepto premeditado, casi siempre es debido a una pésima explicación por parte del agente o profesional que ha vendido la póliza de seguro y que no ha sabido hacer llegar al cliente, el producto que compra.
Lo que es un realidad tangible es que con esta crisis económica, ha crecido por igual la picaresca española, que tan conocida es por todos. Y hay, por desgracia, algunas personas, que confunden este concepto con el intento ilícito de estafar a las compañías de seguros.