La plantilla del Conservatorio estalla por el ‘incumplimiento’ de los acuerdos alcanzados con el equipo de gobierno
Mari Carmen Sirera y Anabel Mora, por UGT, y Pilar Sánchez, por CC.OO., como profesoras del Conservatorio de Música de Villena, han comparecido para denunciar públicamente el malestar existente en la plantilla del centro y la falta de compromiso del equipo de gobierno a la hora de cumplir los acuerdos alcanzados en el convenio colectivo que regula las relaciones laborales entre el personal del Conservatorio y el ayuntamiento.
Las representantes de los trabajadores recordaban que desde el inicio de la andadura del Conservatorio, el personal docente y administrativo se ha visto regido en sus relaciones laborales por convenios que, como si fuera un cajón de sastre, trataban de regular relaciones laborales dispares, sin contemplar situaciones laborales, categorías laborales y condiciones salariales acordes a los trabajos desempeñados en el Conservatorio.
En 2014 se firmó un primer convenio, que reconocía al fin la antigüedad en el puesto de trabajo, viéndose incrementado el salario en concepto de trienios aunque, ni de lejos, con lo que en dicho convenio venía establecido. Dicho convenio duró hasta 2016, comenzando a negociarse un nuevo que finalmente fue firmado en junio de este mismo año, y siendo publicado en el Boletín Oficial de la Provincia el pasado 9 de noviembre, momento a partir del cual debe ser de cumplimiento efectivo.
No obstante, apuntaban, lejos de ello, estamos terminando el año sin que lo acordado se haya hecho efectivo, temiendo de nuevo, como tantas veces ha ocurrido, que las partidas presupuestarias destinadas a satisfacer los salarios acordados se pierdan y destinen a engrosar el superávit municipal.
El colectivo de trabajadores, añadían, ha tenido enorme paciencia durante mucho tiempo ante lo que entendemos un ninguneo de todos los equipos de gobierno, y hemos mendigado aumentos salariales mínimos que traten de arreglar el desfase existente asumiendo que las coyunturas económicas en España impedían exigir lo que realmente nos correspondía, pero encontrándonos muchas veces con que no podíamos conseguir ni las migajas.
Por ello, han decidido poner en conocimiento de la población esta reivindicación y pedir al equipo de gobierno que tome las medidas oportunas para hacer efectivo lo que con ellos se acordó y que de manera urgente ejecuten lo pactado con los trabajadores. No nos valen ya buenas palabras ni compromisos verbales, concluían, sino una efectividad ejecutoria en lo acordado y firmado.
Falta de mantenimiento y recursos
Al margen de esta reivindicación, las representantes de los trabajadores cuestionaban el mal estado de sus instalaciones, divididas entre el Teatro Chapí y la Casa de la Cultura, señalando que no tenemos ni conserje, hay aulas sin aire acondicionado en las que es imposible trabajar cuando llega el bueno tiempo, banquetas y baldosas rotas, etc. Nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer, ir trasladando todas estas quejas, y es el ayuntamiento quien debe solucionarlas, algo que no está haciendo, apuntaban.
A pesar de dichas circunstancias, concluían, la precariedad en la que nos encontramos nunca se ha trasladado a una precariedad en nuestra labor, porque seguimos trabajando con mucha exigencia para dar nuestros alumnos una enseñanza de la mayor calidad posible.