Opinión

La plaza Mayor (Artículo de opinión)

Estoy expectante, después de tantos años sin llevarse a cabo intervención alguna, por pisar la Plaza Mayor y, en un ambiente digno y adecuado, por fin, dejarme llevar por su trascendencia, su aire a siglos pasados y su herencia. Y es que, seguro a mí sólo no me ha pasado, he estado en otros lugares visitando sus Plazas Mayores y me asaltaba la pregunta… ¿Cómo es posible que sean éstas un lugar clave de sus ciudades y la nuestra no?
Si nos pudiéramos retraer en el tiempo –hacer memoria histórica siempre esta bien– veríamos un espacio abierto con una fuente de pretil circular con un solo caño al pie de la muralla –la que delimitaba la ciudad y mandó construir el Príncipe D. Juan Manuel– que bajaba del castillo por la Plaza de Santa Bárbara a la de Santa María para seguir hasta la calle Mayor y el callejón del Cojo. Comprobaríamos que sobre la fuente actual había una torre –que subsistió hasta el s. XVIII– y allí, en la Torre de la Plaza de la Fuente se reunían –allá por el s. XIV– los “hombres buenos” para nombrar a los procuradores que debían prestar homenaje en la sucesión del primer Marqués de Villena.

Seríamos testigos excepcionales en un viaje a 1560 de cómo el Ayuntamiento edificó la Casa Pública destinada al acopio de trigo, es decir, el Almudí y como el Archivo se traslada a la Plaza de Santiago, eso ya en 1627, así como las cárceles un poco después. Comprobaríamos como con esos cambios la Plaza Mayor asume el papel de centro comercial y la de Santiago el de centro político y administrativo de la ciudad. Y no deberíamos volver a la actualidad sin verificar como, además –y no es poco– fue la ubicación de nuestra emblemática Torre del Orejón y el lugar que, a mediados del siglo XIX, vio nacer al insigne músico villenero D. Ruperto Chapí.

De verdad, estoy expectante por ver una plaza diáfana, y con distinta perspectiva nocturna que diurna, que pueda ser utilizada para multitud de acontecimientos. El proyecto, al parecer incluido en el Plan Revita y financiado con fondos europeos, va a conseguir que la plaza pueda ser, ahora que se ha retomado por una empresa de Villena la obra adjudicada, un contrapunto al nuevo –y pronto una realidad– Centro Social de Mayores para este marzo, que sea la entrada que se merece nuestro Casco Histórico y, entre miles de puntualizaciones más, de un brillante acceso a la futura Escuela Oficial de Idiomas –Espero que mengüen las cortapisas a las buenas intenciones del equipo de gobierno y la mencionada Torre del Orejón tenga su digno homenaje–.

Ha sido la Plaza Pública, la Plaza Vieja, la Plaza de Abastos, la Plaza del Mercado, la Plaza de la Constitución, la Plaza Calvo Sotelo, la Plaza de los Cristianos… hora es de que sea la PLAZA MAYOR.

Fdo. Amado-Juan Martínez Tomás

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