La portada de nuestro Especial Fiestas 2011: El Cid Campeador, en Villena

De todos es sabido que Villena forma parte de la Ruta del Cid, ya que según consta en el “Cantar del Mío Cid”, Rodrigo Díaz de Vivar estuvo en nuestra ciudad en 1089. Según el historiador Menéndez Pidal este hecho es verdadero. Los moros de Sevilla, más específicamente su rey Motámid, buscaron ayuda en Yussuf de Marruecos, que no acudió, según M. Pidal: "…No podré ir hasta que no posea Tánger ni Ceuta…".
En el mismo fragmento del Cantar se hace referencia a los pregoneros que manda el Cid por Aragón, Navarra y Castilla con un mensaje de requerimiento de personas para combatir por Valencia, ofreciendo riquezas. Este hecho se puede constatar como verídico, otra vez refrendado por M. Pidal, que hace referencia a los pactos entre el Cid y los aragoneses, ya sea con el rey Sancho Ramírez en 1091 o con su hijo Pedro I de Aragón en 1094, a lo largo del periodo de batallas con los almorávides.

Villena, punto de encuentro
En el apartado 82 del poema se habla sobre el perdón del rey a la familia del Cid. Este hecho histórico tiene algunos rasgos de compatibilidad con el poema. Es cierto que el Rey deja ir a la familia del Cid, pero esto ocurre en un contexto completamente distinto. Para empezar, la liberación ocurre durante el segundo de los tres destierros históricos del Cid, cuando el Cid no logra unirse con el rey en Villena, lugar que el Rey puso como destino.

Sucedió que el Rey mandó una carta al Campeador pidiéndole ayuda para proteger Aledo y combatir contra el ejército de Yussuf. El punto de reunión era Villena. Pero el Cid temió que sus mesnadas pasasen hambre, por lo que acampó en Onteniente, dejando atalayas avanzadas en Villena y Chinchilla. El Rey, en vez de ir directamente a Villena, siguió derecho bajando por Hellín, por lo que el Cid llegó tarde a reunirse con él. Como nos es conocido, al rey sólo le bastaba con un leve atisbo de sospecha contra el Cid para darle la más grande pena que se le podía dar a alguna persona, y lo desterró. También en este destierro participaron los infaltables "mestureros" y enemigos del Cid. La ira del Rey esta vez fue mayor y "…mandó entrarle sus propias heredades, allanar sus casas, confiscarle cuanto oro y plata y demás riquezas pudieran hallar; y hasta hizo que doña Jimena fuese amarrada humillantemente y echada en prisión con sus tres niños…". El Cid, al conocer las falsas acusaciones que se le hacían, envió a uno de sus más leales caballeros al rey para rogarle un combate judicial ante la corte para excusarse de las imputaciones. Pero el rey no quiso escuchar las palabras de excusación del caballero y renunciando a su mayor rigor liberó a doña Jimena y a sus hijos, permitiéndoles irse con el Cid.

Continuando con el poema, en el apartado 104 se cuenta del perdón solemne del rey al Cid. La reconciliación se efectuó en la primavera de 1087. Ocurrió en Toledo, a orillas del río Tajo, dándonos el poeta exacta referencia histórica del lugar de las vistas.

Un regalo con mucho arte
El autor de la portada de esta revista especial, Juan Flor Azorín, ha querido plasmar un hecho histórico, el paso del Cid por Villena, creando una portada que quizás pudo suceder, una escaramuza de las tropas capitaneadas por El Cid en Villena, pero no existe documentación al respecto.

El cuadro realizado para esta portada es fantasía de Flor Azorín, un artista enamorado de los pasajes históricos sucedidos en nuestra ciudad, por esto, tras su última exposición, donde reflejó a los Templarios después de la batalla a los pies del castillo de la Atalaya y el sitio de Villena por las tropas del Comendador de Alcañiz, ahora ofrece a nuestros lectores una recreación de del paso de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, por Villena.

De este cuadro se han realizado litografías que son entregadas al adquirir El Periódico de Villena, para que todo aquel que quiera guardar este trabajo pueda hacerlo, en recuerdo de las fiestas de Moros y Cristianos 2011.