La Roja
¡Qué suerte tiene ZP! Le ha salido un mundial para que los españoles nos olvidemos de nuestras penurias y nos convirtamos en los más fervientes adoradores de la bandera española y nos despierte la vena de la roja/rojigualda.
Muchos de Uds. recordarán que, no hace tanto, lucir o, sencillamente, mostrar la bandera española nos convertía en unos fachas desvergonzados. Lo del orgullo patrio quedaba para ese día en el que, casi todos los (hombres) de mi generación, besábamos el pendón que nos extendía nuestro Oficial al desfilar en esa (desahuciada) jura de bandera.
No puedo recordar exactamente cuándo empezó ese odio exacerbado a todo lo que tenía que ver con nuestra rojigualda, debió ser al mismo tiempo en que se empezó a adorar la cuatribarrada, la ikurriña o la mismísima senyera Valenciana.
Yo creo que sentirse identificado con nuestros símbolos más legítimos es algo verdaderamente encomiable, pero debe ser tan respetable como el elegir no hacerlo. En mi opinión existe una furia roja imparable que contagia a las masas, de forma que todos nos sentimos como en esa canción del jugador número doce: yo soy español, español, español .
España se ha teñido de dos colores, y no nos equivoquemos, no es discutible el que queramos que España se alce con el trofeo del mundial en Sudáfrica. Sin lugar a dudas nos alegra que los españoles nos embocemos con nuestra bandera, la colguemos de nuestros balcones, la prendamos de nuestros vehículos y la adhiramos a nuestros relojes pero amigos, este disloque, ¿cuánto va a durar? ¿Es posible que sobrepase en varios días el final del mundial? ¿Es una muestra de orgullo o es sencillamente que para-guay-s nosotros y ahí termina el fervor?
Mi reflexión me lleva más allá y, como les decía al principio, creo que este mundial le ha venido muy bien a ZP y a todo su gobierno, este mundial y sobre todo nuestra bandera, le han dado suerte y han evitado que los funcionarios recuerden que su nómina ha sido masacrada sin punto de retorno, han evitado que deseemos a-pagar la luz, han evitado que esos dos puntitos del IVA nos quiten el sueño Sí, desde luego, la suerte es para quien se la trabaja, por eso dicen que todos los tontos tienen suerte. Y este refrán no me lo atribuyan a mí. ZP es tonto cum laude, investido por el Magfco. González Márquez en presencia de sus padrinos, Almunia y Sevilla (éste último el que le ha dirigido la cátedra de economía en dos tardecitas). Y pensar que un privilegiado de tan alta ceja está dirigiendo este país con el enmudecimiento de las centrales sindicales (¿las hay?) a la hora de lograr tamaño honor: Ser el Presidente de 4 millones de parados es para echarse a la calle, eso sí, envuelto en la banderita patria.
La roja en San Fermín, la roja en el capullo del anagrama del PSOE, la roja en la sangre de todos. Ahora el marketing político dice que todos somos rojos. ¡Pues va a ser que no! Aún quedamos disidentes.