La solvencia de los hogares españoles, a la deriva
Un 11% de las familias tiene graves dificultades para llegar a fin de mes frente al 6% del año 2020
Las familias españolas atraviesan por uno de los peores momentos económicos de la historia. De hecho, un 11% tiene graves dificultades para llegar a fin de mes frente al 6% del año 2020. Del ahorro, mejor ni hablar, ya que el 73% asegura no poder destinar ninguna cantidad para este menester frente al 60% del 2020.
Por esta razón, solicitar un préstamo rápido en España está a la orden del día en muchos hogares que no tienen otra manera de salir adelante. Las comunidades autónomas más perjudicadas, en cuanto a situación económica se refiere, son Castilla-La Mancha, Canarias, Baleares, Andalucía y Galicia.
La bajada del poder adquisitivo de las familias pone en peligro el pago de los suministros básicos del hogar. Además, dificulta el acceso a alimentos de primera necesidad, especialmente los frescos, y hace que cosas tan simples como comprar carne o ir a la óptica sean todo un bien de lujo.
La inflación, principal enemigo
Aunque los más vulnerables son los desempleados y las familias con hijos, nadie se libra del terremoto de la inflación que arrasa desde hace 2 años. La Organización de Consumidores y Usuarios ha querido reflejarlos en una encuesta realizada a 4.122 residentes en España.
La edad de los entrevistados está comprendida entre los 25 y los 79 años para poder así hacerse una idea global sobre cómo es la solvencia económica de los españoles. Por solvencia económica se entiende a la capacidad individual o familiar para afrontar los gastos de la casa en todos los ámbitos posibles: educación, alimentación, salud, movilidad y ocio, aunque este empieza a considerarse un bien de lujo para muchos.
Tal y como señala el informe con los resultados, el 73% de los hogares de España lo pasaron mal durante todo 2022 para ahorrar. Un año antes, el porcentaje era del 60%, así que se han sumado unas cuantas familias más en esto de tener dificultades económicas para llegar a fin de mes.
Los problemas relacionados con la economía no afectan a todos los bolsillos por igual ni mucho menos a todas las comunidades autónomas. En las únicas donde no ha bajado la solvencia han sido en País Vasco, Canarias, Asturias y Murcia. De hecho, las siguientes se encuentran en alerta roja.
- Un 81% de los andaluces tiene problemas para ahorrar.
- El 80% de los canarios son incapaces de apartar algo después de costear las necesidades básicas.
- El 78% de los gallegos y de los baleares tampoco pueden ahorrar nada.
- El 75% de los castellanos manchegos ven debilitada su economía sin posibilidad de ahorro.
Este índice de solvencia económica se sabe calibrando la capacidad que tienen las familias a la hora de costear los gastos derivados del hogar (educación, alimentación, salud y movilidad), ponderados por relevancia en el cómputo de todos los gastos que se tienen en la casa.
Difícil de sostener en el tiempo
El informe también abordó todos aquellos gastos importantes y difíciles de sostener, lo que les pasa a un 53% de los preguntados. Este porcentaje aseguró tener dificultades para pagar las facturas de agua, gas y electricidad la mayoría de los meses, lo que además crea una ansiedad que factura a la salud.
La compra de alimentos de calidad, especialmente carne y pescado fresco, le supone complicado a un 48% de los hogares. Comprar fruta, por su parte, es complicado para un 42% de los hogares españoles, mientras que un 40% lo es para alimentos básicos como el aceite, la leche, los huevos, la pasta, el arroz o el pan.
Pero existen otros gastos no tan básicos, pero imprescindible para la salud a los que cada vez es más difícil acceder, como por ejemplo las visitas al dentista o a la óptica. Un simple cambio en la graduación de un miembro de la unidad familiar puede deslavazar por completo la economía de un mes.
El desempleo es un factor en contra especialmente en las familias donde hay niños. Para combatir esta vulnerabilidad, se pide, lo primero de todo, informarse sobre las ayudades existentes. Muchas veces, el desconocimiento hace que no se gestionen cierto tipo de prestaciones por no saber tan siquiera que existen.