La telebasura
La telebasura no es el lugar a donde van a parar los aparatos receptores y transmisores de señal de televisión cuando son inservibles o están anticuados, ni un servicio de recogida o entrega de basura a domicilio, sino que se refiere principalmente a los espacios televisivos o contenidos que no aportan nada positivo, o que lo único que aportan son aspectos negativos.
La telebasura es lo que más se ve porque es lo que más minutos ocupa en las televisiones generalistas (gratuitas) y porque los que más ven la televisión, los que están literalmente enganchados a la caja tonta, ven lo que les echen, y no porque un programa lo vea una mayoría tiene que ser un buen programa o contenido. En verdad no somos tan tontos como algunos piensan, pues cuando se ofrecen contenidos de calidad sabemos diferenciarlos. La telebasura se retroalimenta de más telebasura y unos programas promocionan a otros aun peores.
El ejemplo más claro son los programas del corazón, donde las entrevistas se convierten en discusiones y los debates en un griterío inteligible en el que predominan los insultos, pero la telebasura no es solo rosa, por ejemplo también están los programas-concurso nocturnos en los que la pregunta o acertijo es tan fácil que se ve a kilómetros que tiene que tener algún truco: la fórmula es que de cada diez llamadas recibidas eligen una, toman los datos y cuando tienen diez hacen un sorteo y entonces llaman a uno que es el que entra en directo, como la lotería o las tragaperras, en Asturias una factura llegó a los tres mil euros, total para ganar doscientos.
Estos días pasados he tenido que pasar muchas horas en casa debido a una gripe, por lo cual he visto más la televisión de lo habitual y me he dado cuenta de la cantidad de basura que se emite en las cadenas generalistas, sobre todo a determinadas horas. Internet es el único medio que está plantando cara a la pequeña pantalla, que como muchos otros también ha evolucionado con el tiempo; en la era digital la nueva televisión te ofrece (pagando) ver lo que quieras, cuando quieras, incluso pausarlo para ir al baño, aunque muchas personas prefieren la televisión tradicional por eso, porque no tienen que elegir, porque ven lo que pongan sin calentarse el coco y van al baño en el intermedio. La gente, por lo visto, prefiere ver cualquier cosa a poner una película de su colección particular, por pereza, por no elegir qué ver, o por no tener tiempo para verla entera, aunque luego se tragan una serie que dura media hora o tres cuartos pero con los anuncios se alarga a hora y media.
Hay mucha gente que no puede estar en casa sin tener la televisión en marcha, simplemente tienen la necesidad de escuchar ese ronroneo constante para llenar ese vacío o silencio que les resulta incómodo, algunos la usan para dormir y si se la apagas se despiertan. Para tener algo que escuchar mientras uno realiza otras tareas está la música, o la radio o simplemente el silencio, aunque el silencio es síntoma de soledad y la gente necesita llenar ese vacío, entonces enchufa el televisor para no sentirse sólo.
A veces da la sensación de que entre anuncios y anuncios hacen programas, o trozos de series o películas. Cuando te das cuenta de que lo único que haces es cambiar de canal cuando termina la publicidad, como si en verdad quisieras ver anuncios, ves lo que están echando y cambias a otro canal y vuelves a hacer lo mismo, cuando esto ocurre es el momento de apagar la televisión. La televisión como invento no tiene la culpa, el cubo no es responsable de que su contenido huela mal, la mejor manera de vencer a la telebasura es cambiando el canal o directamente apagando el televisor, recuerden que tenemos el mando.