Cartas al Director

La tribuna de la alegre muchachada

Te resignas a aceptar la situación porque, de lo contrario, tendrías que enfrentarte a los cien aguerridos disfrutones que ocupan la tribuna de al lado, pensada para cuarenta personas

Hay que ser muy fan cuando, con otras quince personas, reservas una tribuna de veinte sillas por 792 euros para disfrutar de los desfiles de las fiestas de moros y cristianos de Villena.

Uno espera que todo vaya bien y poder aguantar las horas reglamentarias en un asiento pensado para culitos de influencers o modelos de pasarela en vez de para personas sensatas y bien alimentadas. Como digo hay que tener muchas ganas (y tener la pasta suficiente, claro está) para ponerse a ver pasar a los cabos y cabas haciendo sus actuaciones acompañados por el resto de la tropa, a las escuadras especiales intentando deslumbrar al respetable con sus apariciones estelares (algunas incluso interestelares) y a los ballets y coreografías (unas más afortunadas que otras).

Yo no soy ese “fan incondicional”, pero, al final, el día menos pensado, por la paz social en la familia y en el grupo de amigos, te encuentras sentado en una de esas tribunas, orgulloso de tu talante pacificador y esperando que todo responda a las expectativas creadas. Nada más lejos de la realidad ni de Australia.

Poco a poco se te va poniendo cara de tonto cuando te das cuenta de que nada va a ser como pensaste (o pensaron). Te ha tocado al lado de otra tribuna con capacidad para cuarenta sillas en las que casi nunca se sienta nadie y en la que pueden entrar a lo largo del desfile un número infinito de personas entre los que han reservado esa tribuna, la familia, los amigos, los conocidos, los saludados y los gorrones en general que entran y salen a servirse copas y siempre están de pie en primera línea haciendo inútiles todos tus esfuerzos por ver el desfile desde tu asiento minimalista.

Es muy bonito ver a los vecinos disfrutar de la fiesta con esa algarabía propia de los jóvenes que se dejan llevar por el entusiasmo del fragor de la batalla, las arengas de los generales guerreros y algún que otro elixir o sustancia de la alegría. Y uno, que es tonto, lo entiende porque se hace cargo de que unas personas de tan corta edad (todos superan los treinta años) no pueden tener el conocimiento suficiente como para entender conceptos como “respeto”…ya crecerán. Es lindo estar todo el rato pidiéndoles por favor que te dejen ver algo o que no invadan tu tribuna. Es molesto en ocasiones y se vuelve violento, en otras, conforme van pasando las horas y algunos, ya totalmente desinhibidos por la temperatura de fusión de sus cuerpos, incluso empiezan a mostrar cierto orgullo por estar jodiéndote la noche.

Así que abandonas cualquier atisbo de esperanza y te resignas a aceptar la situación porque, de lo contrario, tendrías que enfrentarte a los cien aguerridos disfrutones que ocupan la tribuna de al lado pensada para cuarenta personas. Y el tonto no es tan tonto como para iniciar una guerra perdida de antemano. Así que te la envainas prometiéndote a ti mismo que no volverás a hacer el idiota creyéndote lo del aforo y todos los romances que te cuentan los de la comisión de fiestas cuando empiezan a decir, en el reparto de tribunas, que van a controlar que estén debidamente ocupadas por la gente que ha pagado las tasas, un tanto hinchadas de precio, de las mismas.

Como guerrero veterano que eres, inicias la prudente retirada hacia tu casa derrotado y con cara de tonadillera en festival de rock. Te vas a acostarte con la esperanza de que alguna vez las cosas mejoren y toda la humanidad pueda ver las grandiosas fiestas de moros y cristianos de Villena sin que ninguna alegre muchachada de “adolescentes” treintañeros le toque las narices.

Pero cuando tu natural espíritu optimista te está llevando a la Arcadia en Flor, delante de ti, en una calle poco transitada, un simpático individuo vestido para la ocasión, traza una bonita línea, en zigzag, con la orina que expulsa su bizarra chorra desafiante. En ese momento empiezas a sentir, más que amor, devoción por la vida. Todo es hermoso y no descartas volver a hacer el imbécil el año que viene.

Posdata: Como supongo que las cosas son así y son tradición inmutable y para que ningún tonto caiga en el mismo error que este tonto, aconsejo que todo el mundo esté atento a la ubicación de su tribuna para que a nadie se le ocurra escoger la que esté al lado de la tribuna de la alegre muchachada.

Por: García Pavón

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5 comentarios

  1. Lo gracioso de toda esta historia es que curiosamente, a pesar de haberse sorteado «legalmente» todas las tribunas, CASUALIDAD de las CASUALIDADES, este año seguían las mismas personas en las mismas tribunas que años anteriores, lo que me lleva a pensar que aunque vistan la legalidad como verdadera, la basura sigue oliendo a podrido y se siguen manejando corruptamente la venta de las tribunas, porque sino que me expliquen porque la Corredera tenía la misma gente que todos los años y nada de jóvenes, y la Constitución llena de chavalería (con tribunas invadidas literalmente e inundadas de gente) y casi nadie entrado en años. Lo normal hubiera sido ver los que estaban en la Corredera por asignación en la Constitución y viceversa, pero CASUALIDAD, NO, ocurre lo mismo de siempre. En fin, seguimos con la misma historia y vemos fiestas de otras poblaciones donde la gente se comporta en las tribunas y aquí tenemos dos desfiles de SALVAJES, en la comparsa de Almogávares y en las tribunas corruptas de la Junta Central. El año que viene más de lo mismo, porque control no hay ni lo habrá hasta que esto no acabe en algún desastre, y anticipo que acabará ocurriendo algún desastre en alguna tribuna, y entonces saldremos en las noticias como las fiestas que se interrumpieron por un accidente evitable, y entonces ya correrán los responsables.

  2. Estimado lector…este no es más que otro comentario desafortunado de las fiestas de Villena.
    No es el primer comentario que puedo leer haciendo referencia en este caso a las tribunas, a boatos o a escuadras especiales.

    Me gustaría explicarle que las fiestas de Villena gozan de amplía tradición festera y la gente de Villena disfrutamos las fiestas de esta forma porque creemos que esa alegría son las q marcan la diferencia.
    Si usted confunde los elixires y bebidas espirituosas con otras sustancias que cita de forma alegre en este artículo…lo mismo el problema en este aspecto lo tiene usted.

    También me gustaría que entendiera el enorme esfuerzo de las escuadras especiales y de los boatos que usted desde su humilde silla de influencer juzga sin ningún otro motivo que hacer la «mofa» fácil para su pequeño circulo de lectores que me atrevería a decir no será mucho

    Tantas cosas le explicaría de las fiestas de Villena, de sus fiestas, de sus escuadras y de su gente y su alegría…que al final terminaria meandose los pies con la bizarra chorra desafiante de un festero apurado.

    Pd. Te recomiendo vayas a cualquier agencia de viajes cercana a Villena o incluso aquí (de paso fomentas el comercio local) y elijas un destino lo más lejos posible.

    1. No creo, como tú objetas, que las fiestas de Villena sean eso. Sí son alegría y belleza, pero no falta de respeto por los demás que quieren verlas como tú, que para eso han pagado. Que apoyes que una tribuna exceda el aforo, que estén de pie tapándoles a los sentados detrás, que un festero mee en la calle porque al pobre no le da tiempo a ir a ningún bar…ya me dice de ti que te importa un bledo que los que vienen de fuera a ver las fiestas de Villena se lleven una mala imagen de ellas. Tampoco creo que sea para mandar al autor de este acertadísimo artículo de viaje y cuanto más lejos mejor. Si quieres tú y muchos más como tú que las fiestas de Villena sean bonitas y que las puedan disfrutar todos, deberías respetar la opinión de otros que han querido verlas y no han podido ni han estado cómodos.

  3. Ay!!! Como explicar la acertadisima manera d conseguir sillas. En teoría se empeza a las 11:00 d la mañana, pero resulta que hay personas que ya tienen turno desde el día anterior??? La solución? No comprar ni una tribuna ni una silla el año que viene… De alguna manera habrá que protestar no? Año tras año padecemos el mismo trato la gente respetuosa y la cara que se nos queda… Saludos a tod@s

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