La UE financiará el nuevo Júcar – Vinalopó con 120 millones de euros
La Comisión Europea anunció hoy que financiará con 120 millones de euros, el 50% de su coste total, el nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó, en la Comunitat Valenciana, diseñado por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, al considerar que cuenta con un mayor consenso social y su impacto medioambiental es más reducido que el del proyecto original, obra del anterior Gobierno del PP. En diciembre de 2003, Bruselas otorgó 80 millones de euros de fondos comunitarios al trazado original, que ahora se redirigirán al nuevo.
El Ejecutivo comunitario hizo este anuncio durante la reunión de la comisión de Peticiones de la Eurocámara dedicada a estudiar las diferentes quejas contra el trasvase. Tras escuchar las declaraciones de la Comisión, los parlamentarios decidieron por 6 votos a favor, 5 en contra y 1 abstención archivar estas quejas. El nuevo trazado supone trasladar la toma de agua del trasvase desde Cortes de Pallás hasta el Azud de la Marquesa, casi en la desembocadura del Júcar.
Uno de los peticionarios, la organización ecologista WWF, apoyó el archivo de las quejas al mostrarse conforme con el nuevo trazado. El otro, la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, que se opone a la modificación del proyecto original, pidió que se siguiera adelante con los trámites y que se enviara una nueva misión de eurodiputados a la Comunitat Valenciana, lo que no fue aceptado. En la reunión estuvieron también presentes el Gobierno valenciano, que respaldó a los regantes del Vinalopó, y de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que defendió el nuevo trazado.
"Tras completar el examen del proyecto, la Comisión está estudiando aprobar la modificación propuesta con una serie de nuevas condiciones que tendrán que cumplirse antes de que se realice el trasvase", anunció el responsable para España de la dirección de Política Regional de la Comisión, Giorgios Peroulakis.
Destacó que el nuevo trazado "limita los daños medioambientales del trasvase de agua al situar la toma en el estuario del río y no en la mitad de su curso", "mejora la aceptación social del proyecto", y además "ayudará a regenerar los acuíferos" del Vinalopó al aplicar "un sistema de tarifas adecuado" a los usuarios del agua, contrariamente a lo que sucede ahora. Todo ello hace que el proyecto "respete plenamente los requisitos de la directiva marco del agua". Asimismo, el representante de la Comisión afirmó que el nuevo trazado afecta sólo a 2,7 kilómetros de la red de espacios protegidos Natura 2000 frente a los 41 kilómetros de impacto del anterior proyecto.
Peroulakis explicó que el Ejecutivo comunitario iniciará este mismo martes, una vez que la Eurocámara ha cerrado sus quejas, la tramitación final del Júcar-Vinalopó, que durará 30 días. "S i todo pasa con normalidad, dentro de un mes, la nueva decisión estará aprobada. Antes de Navidad", aseguró, recalcando que Bruselas ha estudiado detenidamente todas las alegaciones a favor del nuevo trazado, tanto las que están a favor como las que están en contra.
La UE ha pagado a España hasta ahora un total de 38 millones de euros de las ayudas decididas en 2003 para el Júcar Vinalopó, y en total el proyecto acumula un coste de 80 millones. No obstante, el representante de Política Regional indicó que "algunos de los trabajos pueden usarse para el proyecto modificado porque hay algunas partes comunes con el trazado original aprobado" y que por tanto "no se pierde ni un céntimo" de los fondos comunitarios.
La representante de WWF y de la plataforma ´Xúquer Viu´, Graciela Ferrer, respaldó la decisión del Ejecutivo comunitario de financiar el nuevo trazado porque "significa una mejora sustancial en la situación del río Júcar al asegurar la circulación de caudales hasta prácticamente su desembocadura, cumpliendo funciones ambientales que de otra manera no se podrían cumplir". Por ello, apoyó además que se cerrara la queja ante la Eurocámara contra el proyecto original.
El presidente de la Junta de Usuarios del Vinalopó, Andrés Martínez, rechazó los argumentos de la Comisión, y aseguró que "los acuíferos no se van a recuperar con el nuevo trazado" porque la mitad de su agua se dirige a abastecimiento, mientras que el nuevo trasvase se destinará sólo a la agricultura. Añadió que es "falso" que la toma del Azud de la Marquesa tenga más agua porque la "cruda realidad" es que "se ha secado el río". En cuanto al impacto del antiguo trazado sobre la red Natura, apuntó que es inexistente porque en esa parte se construirá un túnel.
Durante su comparecencia ante la comisión de Peticiones, Martínez mostró a los eurodiputados una foto con peces muertos "que están en el río en la zona en que se nos quiere enviar agua a los regantes". "Yo soy regante, con esto va el futuro de mis hijos y esto me duele", añadió. "Yo envío frutas y hortalizas a Bélgica. ¿Ustedes creen que mis productos pueden estar en juego con el veneno de este río? Esta parte última del río es veneno, y por eso mueren los peces", señaló el presidente de la Junta de Usuarios.
Por su parte, el director de la oficina de la Comunitat Valenciana en Bruselas, Juan Manuel Revuelta, en representación de la Generalitat valenciana, apoyó a la Junta de Usuarios del Vinalopó y destacó que el trazado original recibió el visto bueno tanto del Banco Europeo de Inversiones como de la Comisión y es "el más beneficioso medioambientalmente". Criticó la falta de transparencia del ministerio de Medio Ambiente y expresó su "preocupación" por la posibilidad de que "se pierdan" los fondos europeos.
En representación del ministerio de Medio Ambiente, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, recordó que el Ejecutivo comunitario condicionó los 80 millones de euros otorgados al proyecto original a la sostenibilidad del Júcar y de sus sistemas asociados, como la Albufera, y afirmó que la única manera de cumplir estos requisitos y garantizar al mismo tiempo un trasvase de 80 hectómetros cúbicos era modificando la toma.
Moragues recalcó que el 90% de los usuarios del Júcar están a favor del cambio de trazado, y también la mayoría de las asociaciones de productores. "Es imposible e impensable mantener la sostenibilidad de un sistema a cambio de la sostenibilidad del otro. Por lo tanto, el Gobierno español está plenamente convencido, y lo está con todos los usuarios de la provincia de Valencia, que tienen el 90% de los derechos del Júcar, de que la única solución que permite conseguir la sostenibilidad simultánea de la provincia de Alicante y del Júcar es realizar un trasvase de sobrantes dedicados a la agricultura del Vinalopó".
Por parte del Partido Popular, el eurodiputado Carlos Iturgáiz señaló que "estamos ante un caso de falta de transparencia del Estado español que se une al incumplimiento de convenios, de leyes y de directivas europeas, lo que repercute directamente en los presupuestos europeos", ya que la mitad del presupuesto ya se ha gastado. Insistió en que el proyecto original "es el que se eligió por ser el más viable económica y medioambientalmente" y reclamó hasta el último minuto que se mantuviera abierta la queja.
La parlamentaria socialista Mabel Salinas defendió el nuevo trazado y dijo que la Eurocámara "no es lugar para venir a hacer política sino para pedir cofinanciación para que el agua llegue donde tiene que llegar". El representante de los Verdes, David Hammerstein, dijo que "lo que de verdad duele" a los que se oponen al nuevo trazado es que el agua "sólo será para regantes y no para especuladores urbanísticos".