La única vez que he estado con Don Ramón Tamames
El Catedrático de Estructura Económica, se desplazó a Villena, para impartir una charla sobre la materia de la que era y es especialista
Tal y como adelanté hace unas semanas, con motivo de mi pequeño escrito-homenaje a Don Juan Velarde; tenía pendiente relatar la anécdota que experimenté en primera persona, la única vez que he tenido oportunidad de estar con el Economista, Don Ramón Tamames.
El Catedrático de Estructura Económica, se desplazó a Villena, para impartir una charla sobre la materia de la que era y es especialista; en Acto organizado por la entonces Caja de Ahorros del Mediterráneo.
Corría el 22 de mayo de 1996; cuando llegó por la tarde a nuestra ciudad, en automóvil desde Madrid; acompañado por un Becario de la Autónoma.
Impartió magistralmente su Conferencia ante los presentes, y seguidamente la CAM nos invitó en “Petit Comité” a una cena.
Durante la sobremesa; Sixto Díaz Pardo, entonces Presidente de la Asociación Comarcal de Industriales del Calzado del Alto Vinalopó (Villena-Sax), se acercó a Tamames, rogándole leyese algunos de los párrafos, de un libro que el Catedrático había escrito y publicado.
A continuación reproduzco; el breve comentario, que en forma de pregunta, Ramón Tamames realizó a Sixto Díaz, tras breve lectura de aquel su texto.
“¿Eso lo he escrito yo?”.
Tras la cena; sin pernoctar en Villena, dados los pocos establecimientos en que poder hacerlo, tanto en 1996 como todavía a fecha de hoy; Don Ramón Tamames y su Becario, ejerciendo este último la función de chófer, regresaron a Madrid aquella misma noche.
¡Que cada cual saque sus propias conclusiones!
Por: Joaquín Marco Amorós
Si no me falla la memoria, el libro que le enseñó Sixto Díaz fue el titulado «Los monopolios en España», de la editorial católica ZYX.
ZYX tenía una colección «Lee y discute» cuyas publicaciones, en tiempos de censura, sirvieron para formar a excelentes personas que en la clandestinidad, en la Transición y en la democracia militaron en formaciones de izquierda.
Siempre me ha parecido una persona lúcida e inteligente y, por supuesto, un economista reconocido a tenor de los libros publicados y estudiados en las carreras de económicas y empresariales de entonces.
Una curiosa anécdota, desde luego.