La Universidad advierte de que el Programa Agua no acabará con el déficit hídrico
Un informe del Instituto de Geografía señala que tras finalizar las obras faltará todavía un volumen de 200 hm3 para garantizar el riego y los caudales ecológicos.
Un informe del Instituto de Geografía de la Universidad de Alicante sobre los usos del agua y el déficit hídrico que sufre la provincia advierte de que el Programa Agua del Ministerio de Medio Ambiente no podrá solucionar totalmente el problema y debe complementarse con trasvases de caudales de otras cuencas. Según el trabajo firmado por el catedrático de Geografía Regional, Antonio Rico, Alicante necesita anualmente un total de 1.071 hm3 de agua para satisfacer la demanda urbana, industrial y agrícola y, además, evitar los problemas ambientales generados de la sobreexplotación de los acuíferos y la necesidad de mantener caudales ecológicos en los ríos.
Antonio Rico cifra en 655 hm3 los recursos hídricos disponibles y alerta de que el plan del Ministerio de Medio Ambiente, apoyado básicamente en la desalación y el aumento de la reutilización del agua depurada, sólo proporcionará 216 hm3 -incluido el caudal del Júcar-Vinalopó-, con lo cual seguirá existiendo un déficit de 200 hm3 «que debe resolverse con la recepción de agua de otras cuencas». El catedrático subraya que «en el Instituto seguimos pensando que el trasvase del Ebro es la mejor opción pero existen otras alternativas como la ordenación de los recursos en el Tajo o, incluso, plantear traer agua desde el Duero. Lo que está claro es que el Programa Agua no puede por si mismo solucionar el problema de la provincia de Alicante. Por supuesto que no hay que desdeñarlo porque es cierto que garantiza el suministro urbano, pero qué sucederá con la agricultura y los caudales ecológicos», aseveró Antonio Rico.
El informe del Instituto de Geografía considera que la provincia soporta un déficit estructural de 416 hm3 al año en situación pluviométrica normal -350 litros por metro cuadrado de lluvia al año-. Cifra que se dispara hasta los 665 hm3 cuando hay sequía -algo que ha dejado de ser coyuntural en Alicante, Murcia y Almería-. Según Rico, la desalación del Programa Agua no aporta soluciones a la sobreexplotación de los acuíferos, tampoco a la infra-dotación de los regadíos, ni garantiza los caudales ecológicos. Los agricultores de la provincia llevan ya 9 meses sin recibir agua del trasvase Tajo-Segura para regar y existen zonas como en el Medio y Alto Vinalopó donde nunca ha llegado agua de riego y la sobreexplotación de los pozos subterráneos amenaza con provocar un descalabro ambiental.
Un panorama negro si se tiene en cuenta, según los datos del informe del Instituto de Geografía, que las 130.000 hectáreas de regadío de la provincia necesitarían un total de 715 hm3 al año, a razón de 5.500 m 3 por hectárea. El trabajo sitúa en 146 hm3 el caudal necesario para satisfacer el suministro a los 1,7 millones de habitantes censados, 60 hm3 para los turistas -164.195 plazas hoteleras y 1,3 millones en apartamentos- y los 150 hm3 necesarios para los usos ambientales en las zonas húmedas.
«La oposición de la ministra Narbona a los trasvases no se entiende cuando vemos la realidad de una provincia como la nuestra donde, además, el respeto por el agua es mayúsculo a pesar de los ataques que recibimos diariamente», aseveró Rico.
Alicante habrá agotado la mitad de sus recursos hídricos subterráneos -la sobreexplotación anual supera los 185 hm3 anuales- en los próximos 25 años si no se frena el actual ritmo de explotación de los acuíferos, algunos de los cuales se encuentran casi agotados, según desvela un informe del profesor Antonio Rico incluido en el libro «Insuficiencias hídricas y Plan Hidrológico Nacional» publicado por el Instituto de Geografía.
Para Rico, «si continuamos así perderemos el agua porque, o bien estará salinizada o se encontrará a tal profundidad que resultará imposible extraer los caudales porque no habrá quien pueda pagarlos». La situación es especialmente grave en muchos municipios del Medio Vinalopó cuyo abastecimiento urbano depende directamente de los recursos subterráneos y donde en muchos casos la extracción de agua subterránea sólo está asegurada para los próximos nueve años. El acuífero Carche-Salinas da agua, entre a otras poblaciones, a Elda y Monóvar que en diez años se quedarían sin suministro de no llegar caudales suficientes del Júcar-Vinalopó. El caudal de Carche-Salinas se extrae ya a 300 metros de profundidad, a un ritmo de nueve metros cada año.
Otro ejemplo revelador de la precaria situación hídrica que sacude la provincia se encuentra en el municipio de Alicante - hm3 al año- donde Aguas Municipalizadas tiene que recurrir a tres fuentes diferentes de suministro para garantizar el abastecimiento: el trasvase Tajo-Segura, la desaladora de Agua Amarga y los acuíferos de Villena. La empresa tuvo que dejar de extraer agua del acuífero de Peña Rubia hace dos años debido a que el caudal estaba salinizado.
La sobreexplotación de los acuíferos afecta, sobre todo, a los ubicados en el Vinalopó, franja litoral de la Marina Alta y Vega Baja, donde se concentra el 50% de los recursos subterráneos y donde la situación es más grave. Los acuíferos de Carche-Salinas y Algueña-Maigmó tienen recursos para diez años. «Los que mejor se encuentran son los de Yecla-Jumilla y Jumilla-Villena pero también es mayor el ritmo de explotación sobre todo en la zona murciana, donde en los últimos años se han multiplicado las transformación de secano en regadío».
En los acuíferos del Medio Vinalopó, que agotaron sus reservas hace veinte años, las profundidades de extracción superan los 400 metros, especialmente en el pozo de la Sierra de Crevillent con entradas medidas de 1,1 hm3 de agua al año y salidas de 13 hm3. Rico recuerda que «a principios de la década de los 50 las aguas manaban en superficie y hoy en algunos sectores la profundidad alcanza los 600 metros, precisándose electro-bombas sumergibles de 1.000 caballos de potencia con costes próximos a las 50 céntimos/m 3 en energía eléctrica. La salinización es superior a los 2.000 miligramos por litro, cuando lo ideal para regar es que el contenido en sal no supere los 500 miligramos». En cuanto al Alto Vinalopó, los acuíferos todavía almacenan reservas, pero las profundidades de extracción ya superan en muchos sistemas los 300 metros. Dentro de este grupo se encuentran las unidades de Carche-Salinas, Yecla-Villena-Benejama, Jumilla-Villena y Peña Rubia.
La Organización Mundial de la Salud sostiene que el agua deja de ser potable cuando su contenido en sal supera los 2.000 miligramos por litro. «La única solución es la transferencia de buenos recursos desde el Júcar. De no ser así, quizá sea demasiado optimista pensar que nos queda agua para 25 años. Y por buenos recursos se entiendo los que se captaban en Cortes de Pallás y no en Cullera como ha impuesto el Ministerio de Medio Ambiente».
Desaladoras
Frente a este escenario, el Ministerio de Medio Ambiente confía en que el Programa Agua -desalación y reutilización de agua residual depurada- solucione en un plazo no superior a los cinco años el endémico problema de la falta de agua en Alicante. Tras la inauguración de las plantas de San Pedro del Pinatar (Murcia) y la ampliación de la desaladora de Agua Amarga, hoy se firma en Cartagena el protocolo Acuamed-Sindicato de Regantes del Tajo-Segura para licitar la macro-desaladora de Torrevieja (80 hm3). El proyecto más ambicioso del Ministerio de Medio Ambiente que cuenta con un presupuesto de licitación de 373 millones de euros. De la celeridad con la que se construya esta infraestructura dependerá directamente la credibilidad de la ministra Narbona. A la de Torrevieja deben seguir las plantas de El Campello, Dénia y dos más para dar servicio a la Marina Baixa y a l´Alacantí.
Por otro lado, la Comisión de Explotación del Tajo-Segura analizará hoy la situación de los embalses de Entrepeñas y Buendía para decidir si aconseja el riego de socorro reclamado desde Alicante y Murcia. Los embalses tienen un «excedente» de 109 hm3 sobre la reserva estratégica. Los agricultores del Segura han reclamado 170 hm3. Una cantidad imposible de enviar. Con todo se espera un gesto del Gobierno después de que los regantes lleven 9 meses sin recibir una gota del Tajo.
Fuente: Diario INFORMACIÓN
Autor: F. J. BENITO