Motor

La villenense Jaqueline Ricci, a 40 segundos del podio en el Rally TT de Cuenca

Ejerce de copiloto en un vehículo de la Categoría Buggy SSV a manos del piloto Miguel A. Valero

En un año en el que la situación sanitaria ha puesto muy difícil las competiciones deportivas, el pasado fin de semana se celebró en Cuenca la primera cita puntuable para el Campeonato de España de Rallyes Todo Terreno, donde el equipo VM Competición alineó tres monturas, en la que la villenense Jaqueline Ricci ejerce de copiloto en un vehículo de la Categoría Buggy SSV en manos del piloto Miguel A. Valero.

Tras el parón desde participar en la Baja Russia valedera para el Mundial, la pareja se enfrentaba a la prueba conquense con la intención de ganar la categoría, ya que revalidar el título de campeones absolutos de la prueba sería muy complicado, con muchos más participantes y con mucho más nivel de vehículos de alta competición.

A pesar del buen trabajo realizado por el equipo sobre los vehículos de modo previo a la prueba, comenzaron los problemas antes de que la bandera bajase, detectando un problema de consumo de aceite preocupante sin margen para una buena solución. Sin ese tiempo para una solución definitiva el equipo montó una bomba de trasvase de aceite que Jaqueline debería ir controlando a lo largo de toda la carrera, sumándose a la difícil tarea de leer un road book de papel en un vehículo sin cristales y con probabilidad de charcos, pues la lluvia apareció el día de verificaciones, todo un hándicap a sumar en las tareas de copilotaje.

No sería el único problema, sino que además la sonda del trip decidió no transmitir señal unos minutos antes de depositar el coche en parque cerrado previo a la carrera, donde los mecánicos ya no pueden tocar los vehículos, de nuevo una situación que se solventó con la experiencia de utilizar la configuración del equipo para usar otra señal adicional de la que dispone.

La dinámica de la prueba sería así durante el fin de semana para la pareja Valero/Ricci, que comenzaban su carrera contra los problemas en la propia prólogo, en la que con un buen ritmo, recorriendo los rapidísimos 6 km de clasificación para el orden del salida, una piedra provocaba un pinchazo, que les hacía bajar el ritmo y quedarse en la posición 27, un difícil puesto para revalidar las aspiraciones del equipo.

Tras la prólogo, que se celebró la mañana del sábado, comenzaba la prueba al duro tramo de casi 300 km en el que se competiría tanto sábado como domingo. Al menos la lluvia no hizo acto de presencia, pero sí el frío, algo que no sorprendió al equipo, que con la experiencia ganada en la Baja Russia estuvo bien resuelto todo el fin de semana. El tramo que en sus primeros 100 km era demoledor de dureza, en cuanto a piedras y roderas que castigaban mecánica y cuerpos de los participantes, tenía en el resto del recorrido una zona rápida y técnica de conducción ideal para pilotos experimentados, rápidos y seguros como Miguel.  La navegación no era sencilla y había que estar muy atentos al road book, con fuera de pistas que en alguna ocasión hacía encontrarse a varios equipos perdidos, y que en una ocasión tras encontrar el correcto camino nuestro equipo fue seguido por equipos perdidos y que trataron de recuperar su tiempo atacando y  solicitando paso a través del Stella (equipamiento obligatorio para solicitar adelantamiento entre participantes), lo que siempre perjudica al cronometro, especialmente si se cede fácilmente paso como debe ser y como siempre hace el equipo Valero/Ricci.

La primera etapa se saldaba para el equipo con un buen resultado de menos a más, escalando 16 posiciones hasta la scrach 11 y cuartos de la categoría a escasos minutos de podio.



El domingo temprano y a temperatura bajo cero comenzaba la jornada final del Rally, repitiendo recorrido en km y dirección, por lo que la navegación sería más sencilla por las huellas existentes.  El planteamiento sería de nuevo el mismo de cuidar la mecánica y centrarse en su propia etapa sin pensar en la clasificación, pues el problema mecánico de consumo de aceite preocupaba y mucho.

Ambos días, vehículos como el de nuestro equipo necesitaban realizar un refueling en tramo, dado que la autonomía no permite realizar los casi 300 km, y este año de nuevo una desagradable sorpresa al comprobar que ese tiempo computaba para el crono, algo que en el año anterior no perjudicó a los vehículos con menos capacidad como el de Valero/Ricci. Por lo que en ambas jornadas rondando los 9 minutos de tiempo se perdieron en realizar acopio de combustible y, en el caso del equipo VM, también de aceite para poder terminar el tramo. El sistema de trasbordo de aceite funcionó pero a lo largo del fin de semana fueron casi 10 litros de consumo, lo que da fe de la gravedad del problema, y de la eficacia de la solución que debía controlar en medio de la carrera nuestra copiloto.

Una vez finalizado el segundo tramo, y con buenas sensaciones a pesar de los problemas, permitía mantener la posición 11 Scrach, pero no lograr subir al podio de la categoría por apenas 40 segundos.  Con lástima pero contentos sabiendo que aún con los problemas de la prólogo, los problemas mecánicos y una conducción conservadora aunque rápida y magistral del piloto, el equipo está cerca de puestos de podio y casi en el top 10 nacional con una montura de prestaciones discretas frente a la mayoría de clasificados por delante en la prueba.

Con opciones al campeonato, nuestro equipo ya prepara en sus talleres las siguientes citas, que pasan por el nacional pero también por pruebas internacionales si la pandemia lo permite.




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