La zarzuela vuelve al Teatro Chapí con El barberillo de Lavapiés
El barberillo de Lavapiés fue compuesta por Barbieri sobre un libreto en tres actos de Luis Mariano de Larra. Estrenada en el Teatro de la Zarzuela el 19 de diciembre de 1874, desde su estreno está considerada junto a La Verbena de la Paloma, La Revoltosa y La Gran Vía, uno de los máximos exponentes de la lírica castiza. La cita es el sábado 11 de enero a las 1930 h. El precio de las entradas oscila entre los 16 y los 23 euros.
La Compañía Escénica Lírica de Madrid pondrá en escena esta emblemática zarzuela, con la participación musical de la Orquesta Sinfónica del Teatro Chapí, bajo la dirección de José Antonio Irastorza.
La zarzuela contará en los principales papeles con Rosa Ruiz (Paloma), soprano que ha colaborado como solista con las principales compañías profesionales de zarzuela. Enrique Ruiz del Portal (Lamparilla), habitual en el Teatro de La Zarzuela de Madrid. Además de reconocido cantante lírico ha trabajado en las producciones españolas de conocidos musicales americanos: Los Miserables, Noches de Broadway, Oliver, (que adaptó y dirigió), El Fantasma de la Ópera, etc. Don Luis será interpretado por el tenor argentino Facundo Muñoz, una de las voces más prometedoras de los últimos años en lírica, con un aval de diversos premios y actuaciones tanto en España como en Argentina.
La acción de esta popular zarzuela se sitúa en Madrid a principios del siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III, tras el motín de Esquilache provocado por la prohibición de capas largas y sombreros anchos. Fue la época en que se iluminó la Villa y Corte con faroles de aceite y en que se crearon los serenos; ninguna de estas medidas fueron bien acogidas por quien buscaba la complicidad del disimulo y de la oscuridad en apoyo de su impunidad. El argumento, en un ambiente castizo, cuenta dos historias de amor, una de plebeyos: Paloma y Lamparilla, y otra de nobles: la Marquesita (seguidora política de Floridablanca) y Don Luis (partidario y sobrino de Grimaldi, rival político de Floridablanca), todo aderezado de un clima conspiratorio no exento de picardía y de crítica social y política. Dichas historias se entrecruzan y se entremezclan con escenas costumbristas.
Destacan en unos números su brillantez (el preludio y presentación de Lamparilla, las seguidillas etc.), y en otros su sustrato popular (la canción de Paloma, el dúo de Paloma y Lamparilla, el de las majas, las caleseras etc.). Canciones y músicas muy reconocidas por el publico amante del genero.