El pasado domingo día 5, y aprovechando el buen tiempo, decidí, con mi mujer y su hija, acercarnos a la Pedanía de las Virtudes para pasar la mañana. Estuvimos paseando por la pinada y gozando de la climatología, primaveral a pesar de encontrarnos en Otoño.
Todo parecía ir bien hasta que llegamos al pequeño lago que existe en la zona verde. Nos llevamos las manos a la cabeza. El pequeño chorro y la cascada existente caían sobre un manto de agua verde, llena de botellas de plástico y demás objetos. Pero lo que sí me dio pena fue ver varios peces muertos, y sobre todo, uno, el más grande de todos, que luchaba por sobrevivir.
Sacaba la boquita como si pidiera socorro, mientras tomaba un poco de aire. Esto sucedió el domingo. Es muy probable que, desgraciadamente, este pez haya dejado de existir.
Estos días atrás tuve la oportunidad de leer en sus páginas o escuchar en las emisoras de radio a algunas asociaciones que protestaban por las corridas de toros, ojo, algo en lo que no voy a entrar ya que a mí, la fiesta nacional, ni fu, ni fa. Pero estas agrupaciones y algunos partidos políticos de la ciudad deberían darse una vuelta por el Santuario y observar cómo se encuentra el lago, y no protestar por algo que de todos es sabido y en lo que España no se pondrá nunca de acuerdo, sobre todo si es cuestión de cuernos.
