Largas esperas en los Centros de Salud
Voy a exponer mi caso para que nos concienciemos de que tenemos que poner más reclamaciones, oficiales, y no limitarnos a contar nuestros problemas en corrillos, para ver si de esta manera, entre todos, podemos solucionar un problema tan grave como es la atención sanitaria que se les brinda a nuestros hijos.
Hace bastante tiempo que no necesitaba de la atención del pediatra, y esta semana he tenido que hacerlo, quedándome perpleja con la situación que allí me encontré. La odisea comenzó cuando llamé por la mañana para pedir cita; rápidamente me dijeron que esperase un momento. Al cabo de diez minutos y en vista de que se habían olvidado de mí, tuve que colgar el teléfono e ir personalmente al Centro de Salud a recoger cita. Una vez allí, me dieron hora para las 16:45 horas, y a esa hora estuvimos, mi hija y yo, en el centro, pero, sorpresa la mía: el pasillo estaba de bote en bote. Asombrada me acerqué a la puerta y pregunté ¿qué hora están visitando?... ¡Están pasando, en este momento, los citados para las cuatro, me contestaron!
Niños nerviosos, las madres aún más, en fin, para no extenderme les diré que teniendo hora para las cinco menos cuarto, me atendieron a las ocho menos cuarto. Una vez en la consulta, tuve que volver a esperar, ya que la pediatra estaba pasando consulta, simultáneamente, en la sala de al lado, en la Revisión del niño sano. Cuando por fin nos atendió encontré a un médico nervioso que no dejaba de mirarse el reloj, y hasta le temblaban las manos cuando examinó a mis hijos.
Poco después, comentando con otras madres esta situación, me contaron varios casos parecidos o peores, según mi criterio. Para terminar diré que no creo que el problema esté en los facultativos, sino en el sistema, y deberíamos hacer algo para buscar soluciones y no parecer que estamos en un país tercer mundista.