Sociedad

Las empleadas del Asilo de Ancianos editan un calendario benéfico

Con el objetivo de recaudar fondos para hacer frente a parte de los gastos que afronta el Asilo que gestionan las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, las empleadas del mismo han realizado un calendario que se ha puesto a la venta para que los vecinos de Villena y comarca que lo deseen colaboren con esta buena causa.
Como señalaba la madre superiora, Sor Ana, la iniciativa partió de las propias trabajadoras en 2011, pero al final no les dio tiempo y ha sido este año cuando han podido sacarlo adelante. Se pusieron manos a la obra y ellas mismas, con una cámara prestada por un fotógrafo, captaron las instantáneas de los residentes del Asilo, en distintas dependencias del edificio, que ilustran el calendario.

De momento se han impreso 200 calendarios, pero no descartan hacer más ejemplares si los primeros se venden bien. Por ahora llevan 3 días y están teniendo una buena respuesta, sobre todo por las familias de los residentes. Los interesados pueden adquirirlos, a un precio de 3,50 euros, en la portería del Asilo, que permanece abierta mañana y tarde.

Su objetivo era sencillo, recaudar dinero para aportar su granito de arena al mantenimiento del Asilo “que con el paso del tiempo va teniendo desperfectos, que ahora se han visto agravados con las lluvias de las últimas semanas”, nos explicaba la superiora. Han aparecido goteras en la cubierta de la Iglesia e incluso en las celdas de las religiosas, pero las dependencias que presentan un estado de mayor gravedad, son las del Palacio Mergelinas, al ser la edificación más antigua, construida entre finales del siglo XVII y principios del XVIII.

La plantilla del Asilo cuenta con 21 trabajadores, pero en la actualidad hay 19 personas porque una está de baja y otra en excedencia. Este personal, junto con las 7 hermanas de la orden religiosa atiende a 69 ancianos. Afortunadamente cuentan con la colaboración de numerosas voluntarias, “hay incluso 2 señoras que llevan 30 años viniendo todos los días a las 7 de la mañana, aunque llueva o nieve”, señalaba Sor Ana.

También les echan una mano los familiares y reciben donaciones de alimentos. Pero a veces esta ayuda no es suficiente, y la orden tiene que hacer frente a la compra de medicamentos, por ejemplo, pues la mayoría de ancianos reciben una pensión no contributiva y dos de ellos ni siquiera tienen pensión.

La nueva residencia tendrá que esperar
Por otro lado, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados siguen intentando recaudar fondos para lograr algún día su objetivo de construir una nueva residencia, “que reúna los requisitos exigidos por la normativa, algo que en la actual es muy difícil”, nos decía la madre superiora. Van recibiendo donaciones que la gente deposita en una imagen de San Antonio de Padua ubicada en el hall del edificio.

Pero Sor Ana reconoce que este proyecto tendrá que esperar “porque ahora, con la crisis económica, no es el momento idóneo para pedir dinero para esta obra, que costaría unos 8 millones de euros”. “Si se vendiera el Asilo se podría construir el nuevo a corto plazo, pero es algo muy difícil en la situación actual”, añadía la religiosa, quien para terminar animaba a los villenenses a colaborar “más que con ayuda económica, ayudando en el Asilo”.

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