Soy de los que opinan que el mejor campo, el de cemento, que adaptado a este caso vendría a ser la mejor rotonda la de cemento, pero no dejo de sorprenderme cuando veo el estado en que se encuentran algunas rotondas de Villena.
Unas muy bonitas, porque se encuentran en los accesos a la ciudad o donde el tráfico es muy abundante, y tienen que dar buena imagen, otras, como las que pueden ver en las imágenes, descuidadas y dejadas de la mano de la Brigada de Jardinería como si se tratase de un erial olvidado en el rincón más remoto del término municipal.
Estas dos rotondas mal conservadas que pueden ver en las fotos se encuentran en el polígono La Bulilla y llaman poderosamente la atención por el estado de dejadez en que se encuentran. Puestos en contacto con responsables municipales, nos apuntan que el mantenimiento de las rotondas del polígono corresponde, en algunos casos, al urbanizador, y en otros a Obras Públicas. Pero puestos en contacto con el urbanizador, nos responde que la titularidad de las rotondas del polígono corresponde, en un caso, al ayuntamiento, ya que fueron cedidas en su momento, y en el otro otras a Obras Públicas.
Así, entre unos y otros la casa sin barrer y las rotondas sin adecentar. Esto me recuerda a aquella limpiadora que escondía todo aquello que barría bajo de la alfombra para parecer que hacía su trabajo, por eso las rotondas más a la vista del contribuyente están como una patena y las más escondidas con más mierda que el palo de un gallinero.
