Las Salinas de Villena, en el punto de mira de los investigadores
Investigadores de la Universidad de Alicante han desarrollado durante 2 años un trabajo de investigación centrado en el estudio de la flora y la diversidad de microorganismos presentes en las salinas de Villena, en particular en las salinas de Penalva.
El equipo de investigadores está constituido por miembros de grupos de investigación de Bioquímica y Biología Molecular y de Botánica: la Dra. María José Bonete Pérez (catedrática de la Facultad de Ciencias), la Dra. Rosa María Martínez Espinosa y la Dra. Mª Ángeles Alonso Vargas (profesoras de la Facultad de Ciencia), junto a Basilio Zafrilla (becario de investigación). Dos de los componentes del grupo residentes en Villena, y un tercero residente en Caudete, como conocedores directos del ambiente en el que se localizan las salinas y del enorme valor ambiental-paisajístico que tienen estos ecosistemas, propusieron a la Dra. Bonete la realización de este estudio que en todo momento contó con el respaldo y apoyo de los propietarios de las salinas de Penalva, apoyo sin el cual este trabajo no se habría podido realizar.
Mientras que las salinas costeras del litoral Mediterráneo (Santa Pola, Torrevieja, San Pedro del Pinatar, etc.) han sido estudiadas en profundidad desde diversos puntos de vista (ecología, poblaciones de aves, flora, microbiología, etc.), la caracterización de salinas de interior apenas se refleja en la bibliografía. Esto ha hecho que diversos grupos de investigación de todo el mundo hayan dirigido su atención hacia el estudio de este tipo de formaciones, actualmente sin conexión con el mar, con el objetivo de establecer comparaciones con las salinas costeras y buscar así un nexo de unión en el origen de ambas. Se puede decir que la existencia de salinas interiores es poco común, ya que para que esto ocurra este tipo de hábitats tienen que originarse en condiciones climáticas xéricas, hecho que en el continente europeo sólo ocurre en ciertos enclaves, como es el caso del sureste español. En la provincia de Alicante, salinas como las de Villena, o las de la población de Salinas, constituyen excelentes ejemplos para el estudio de las características de las salinas de interior.
Los resultados obtenidos en el estudio de las salinas de Villena han sido publicados recientemente en forma de artículo de investigación en la prestigiosa revista americana Saline System, revista especializada en la investigación de ambientes hipersalinos en sus distintos niveles de complejidad. El artículo puede ser consultado en su versión íntegra en la siguiente dirección de internet: http://www.salinesystems.org/content/6/1/10.
Este estudio, constituye el primero realizado en salinas interiores del sureste español y ha demostrado que los depósitos de sal que nutren de salmuera las balsas de las salinas tienen origen marino (la composición en sales del agua es similar a la del agua de mar pero una diez veces más concentrada). Cabe destacar que las poblaciones de microorganismos que colonizan la salmuera de las salinas de Villena son de las mismas especies que las encontradas en las salinas costeras. Estos microorganismos necesitan de elevadas concentraciones de sal para vivir y reciben el nombre general de halófilos. Estos microorganismos están siendo utilizados como modelos para el estudio de vida en ambientes de condiciones extremas, por lo que son de gran importancia en proyectos de investigación como aquellos que está llevando a cabo la NASA para la búsqueda de vida en otros planetas como Marte. Además, ciertas especies de microorganismos presentes en las salmueras son capaces de producir plásticos biodegradables y pigmentos (de ahí que las salinas se tornen rojas en verano) por lo que están siendo analizados con detalle para su posible uso a escala industrial para la fabricación de envases biodegradables o para la obtención de pigmentos de interés en cosmética o alimentación.
Respecto a la flora de la zona, resulta interesante mencionar que la comunidad de plantas es sumamente interesante, en tanto que son especies que han evolucionado adquiriendo adaptaciones para poder sobrevivir en un suelo con elevadas concentraciones de sal. De otro modo, no serían capaces de poder absorber el agua del suelo y mantenerla en el interior del organismo. Algunas de estas especies literalmente expulsan la sal a través de sus hojas. La vida en un medio tan extremo ha favorecido que muchas de estas especies sean consideradas, por la comunidad científica, como especies de protección especial, y por tanto su ecosistema el saladar, se recoge en los hábitats de interés comunitario.
