El pasado 12 de julio, la alcaldesa de Villena, el Concejal de Comunicación y la empresa que ha sufragado los costes, inauguraban las nuevas vidrieras del Patio del Ayuntamiento. De las nuevas vidrieras hay que destacar su carácter innovador, su exquisito diseño y la mágica comunión entre la modernidad de estos cristales y la belleza renacentista de nuestro más solemne edificio.
Cada una de las cuatro vidrieras renovadas representa un símbolo del escudo de Villena: la torre, el león, la mano alada y la laguna. Y cada una de ellas ha venido a sustituir a otras cuatro vidrieras, que ni tan siquiera lo eran, puesto que no eran más que unos sencillos cristales pintados y ya muy deteriorados por los años.
Se podían haber dado otras soluciones. Se podían haber sustituido los cristales por mármol travertino que debidamente iluminado, indirectamente, nos diera los diferentes colores de la tierra y aportara riqueza y aristocracia a este Palacio. Se podían haber sustituido por modernos cristales tratados al ácido No se ha hecho así acertadamente y se ha preferido respetar nuestro patrimonio, este Palacio Consistorial declarado BIC, para únicamente sustituir unos paupérrimos cristales pintados por unas nuevas vidrieras. ¿O no se ha hecho así?
La respuesta sería afirmativa, si durante algunos años probablemente desde que sugirió la idea de su colocación D. José Mª Soler estos cristales hubieran representado los emblemas del escudo de la ciudad. Pero, ¿quién se acordará ahora de lo que estos cristales representaban? Nadie olvidará cada uno de los emblemas de nuestro escudo porque están representados en numerosos lugares de nuestra ciudad y son habitualmente usados en correspondencia oficial Otra cosa es que hasta el mismo escudo se ha modificado por el actual equipo de gobierno, cambiando la posición del león que, según la heráldica, ahora pasa a significar bastardía
Pero centrándonos en los antiguos escudos pintados en los cristales del Patio del Ayuntamiento, ¿quién los recordará? ¿Qué representaban? Nada más y nada menos que la historia de la ciudad de Villena. El primer escudo, el de la familia de D. Juan. Manuel primer señor de Villena; otro, el del primer marqués de Villena, D. Alfonso de Aragón; de cómo Villena pasa a ser ducado para posteriormente recuperar el Marquesado en D. Juan Pacheco nos podría hablar el tercero y, por último, el de los Reyes Católicos, que otorgan a Villena el título de ciudad. De los lugares y el orden en que estaban representados, de lo que ello significaba, de lo que estos importantes personajes representaron en su momento para nuestra ciudad y para la historia de lo que hoy llamamos España nos podrían hablar estos cristales Lástima que se hayan relegado, lástima que no se haya considerado hacer unas nuevas vidrieras con estos vetustos escudos, lástima que la sensibilidad por nuestra historia y nuestro patrimonio ahora sea otra.
Pero el marketing político, en Villena llamado Concejalía de Comunicación empobrece la memoria colectiva simplificando nuestra historia. ¿Para qué conservar nuestra memoria de tierra de nobleza y señorío? ¿Para qué recordar lo que fuimos? Nada que objetar a las nuevas vidrieras, salvo que podían haber reflejado los escudos existentes. En un año como éste, año de celebración del centenario del nacimiento de D. Jose Mª Soler, se han celebrado grandes faustos, ¡lástima que eso sea lo importante!
