Lennox & Luther, S.L.
Abandonad toda esperanza, salmo 270º
Pese a que leo habitualmente novela negra no suelo seguir con fidelidad ninguna serie protagonizada por un personaje común, por más que formen parte de su tradición desde sus mismos orígenes: no solo los padres del invento, Dashiell Hammett y Raymond Chandler, dedicaron varios títulos a las investigaciones de sus pupilos Sam Spade y Philip Marlowe, sino que la abuela Agatha Christie, el bisabuelo Arthur Conan Doyle y el tatarabuelo Edgar Allan Poe hicieron lo propio con miss Marple y Hercule Poirot, Sherlock Holmes y Auguste Dupin.
Y aunque desconozco la razón de preferir pasar de un libro a otro sin tener en cuenta ningún bagaje previo, con Lennox he tenido que hacer una excepción: este es el carismático protagonista del nuevo ciclo de novelas de Craig Russell, al que los aficionados al género recordarán por su serie protagonizada por Jan Fabel y ambientada en Hamburgo (y que, claro, no he tenido el gusto de catar). Pero hete aquí que este autor escocés se descuelga con una nueva serie ambientada en el Glasgow de los 50 a la que acabo acercándome impulsado por las excelentes críticas y por recomendaciones de amigos que saben, como solo lo saben los buenos amigos, lo que a uno le gusta. Y me quedo prendado de esa ciudad cuyos habitantes, siempre según el autor por boca de su personaje, no saben nada de ensaladas, higiene dental y perdón.
Hasta ahora la serie cuenta con dos entregas, Lennox y El beso de Glasgow, que leí de un tirón como si fueran un solo libro. Y lo digo de forma literal: en cuanto cerré la primera abrí la segunda, como esos yonquis de otras series, las televisivas, que se descargan de Internet todos los capítulos de Perdidos y se tragan uno tras otro durante sesiones maratonianas que ponen a prueba los límites de la resistencia humana. Les recomiendo no dejen pasar estas narraciones hard boiled de aroma clásico; y no teman no encontrar la primera entrega, pues la editorial ya ha puesto en circulación la edición de bolsillo.
Otra cosa bien distinta me pasa con las series televisivas policíacas: no veo todas las que quiero, pero sí todas las que puedo... aunque muchas acaben repitiendo su esquema inicial ad nauseam y el agotamiento de la fórmula (y el mío) no se hagan de rogar. Me ocurrió, por ejemplo, con la franquicia CSI, y es que resultaba difícil discernir si la acción ocurría en Miami, Nueva York o Cuenca, por no hablar de lo repetitivos que resultaban algunos casos; o como se decía en aquel monólogo: "Ya no quedan putas en Las Vegas porque en CSI las han matado a todas". Menos mal que, como sentenció el filósofo griego, "siempre nos quedará la BBC". Bueno, hoy en día algunos recurrirían a la HBO, pero es que el canal de Los Soprano no existía en la Grecia antigua, y la BBC creo que sí. Este canal británico acaba de regalarnos una de las mejores historias del género negro de los últimos tiempos (sea cual sea el medio del que hablemos): creada por el novelista Neil Cross -del que en España solo se puede encontrar Capturado-, Luther son seis episodios en los que el protagonista, un policía interpretado por un poderoso Idris Elba, se enfrenta a varios casos de homicidio y a sus demonios interiores, y que acaba cayendo en una espiral que lo lleva a formar una peculiar alianza con una sociópata destinada a ser su eterna némesis. El final de la temporada es de lo más potente que he visto en años, y nos deja, como toda buena serie, sea libresca o audiovisual, con ganas de más.
Lennox y El beso de Glasgow están editados por Rocaeditorial.