Lo que más mola
Vivimos en un mundo de corrientes en el que nos cuestionamos poco o nada el pasado porque el presente va tan rápido que si parpadeas, te pierdes el futuro. Las cosas molan porque algo o alguien así lo decide. Mola comprar online porque es moderno. Mola llenarnos la boca de "más democracia" porque es lo que alguien ha puesto de moda. Mola decir que no vivimos en una democracia porque algún iluminado ha sabido canalizar un malestar global, no solo español, hacia nuestro sistema político.
Del mismo modo que vamos de sobrados comprando online, aunque luego echemos en falta una tienda a pie de calle para reclamar que los zapatos que nos enviaron desde una web son del mismo pie, somos capaces de menospreciar nuestra democracia porque está anticuada, incluso, los más atrevidos dicen que porque ellos no la han votado. Algunos, cuya opinión para mi vale menos, dicen que es una herencia franquista.
Vivimos y opinamos a un ritmo frenético creyéndonos todo lo que dicen los titulares, no ya sólo de los periódicos, sino de los comentarios que algunos sueltan en su Facebook o Twitter. ¡Qué fácil deducir que votar es un derecho legítimo de una democracia y no permitir votar es un acto fascista!
Y es fácil porque a todos, a mi el primero, esto de sentarse delante de un ordenador y poder opinar lo que nos venga en gana, nos ha hecho creer estar por encima del bien y del mal.
Nos olvidamos de que en un Estado de Derecho hay cuestiones que, por lógicas que parezcan, no son ajustadas a derecho. Pongamos el tan traído y llevado debate sobre el ilegal referéndum del 1-O en Cataluña. Según los populistas y los indepes, es un derecho democrático y ejercicio de "más democracia" que unas personas decidan, por su cuenta, votar para decidir si fraccionan una parte de España. Y no entienden que el Gobierno, el Estado (no el PP, no,) el Gobierno de la Nación en representación de todo el Estado Español, ponga toda su fuerza para evitar un acto clamorosamente ilegal. Y se apoyan en aquello de "que se cambie la Constitución para poder votar".
Bien, ahí sí, ahí podríamos ponernos de acuerdo en que se puede cambiar la Constitución para llevar a cabo dicho referéndum, pero siempre acorde a lo que dicta la Ley, es decir, ese capítulo o artículo de la Constitución no puede ser aprobado ni en el parlamento ni en el senado sin más. Hasta donde he podido saber, determinados cambios en la Constitución deben ser llevados a referéndum universal, es decir, los políticos proponen y el pueblo español, que es quien ostenta la soberanía sobre el Estado, decide si se aprueba o no, dicha propuesta. Pero eso no lo dicen los populistas ni los indepes, ni los demás nacionalistas, se quedan en que "cuando ha interesado se ha cambiado la Constitución de un día para otro". Sean Uds. honestos y expliquen qué artículos pueden cambiarse al momento y cuales otros no.
No voy a entrar a valorar las sesiones circenses que ha exhibido Puigdemont con este lío de la DUI y menos hoy, cuando escribo esta opinión, siendo viernes 155 de octubre, perdón, 27 de octubre.
Sí diré que me preocupan las interpretaciones que algunos hacen sobre otros artículos de la Constitución como "Derecho a una vivienda digna", "Derecho a un trabajo digno" y todo aquello que tenga que ver con derechos.
Tengo la impresión de que interpretan "Derecho" como la obligación del Estado, es decir, del resto de españoles, a proporcionarles una vivienda a cualquiera o un trabajo, cuando de todos es sabido que una cosa es tener derecho a poder comprar una vivienda y otra bien distinta es poderla pagar. En otros regímenes, normalmente comunistas, que algunos califican como "maravillosos", ese derecho no existe ni teniendo dinero para comprar la vivienda.
Pensemos si tan progres que nos creemos, no somos en realidad más estatistas que el propio Estado.
Y sobre el derecho a un trabajo digno, me sorprende que muchas personas no se den cuenta de que nos encontramos en un mundo altamente competitivo y que obtener un buen trabajo no es ya una cuestión de derecho, es una cuestión de preparación, formación y lucha diaria.
Cabría pensar y reflexionar acerca del cambio del modelo productivo de nuestra sociedad, pero esto es muy largo de exponer y difícilmente podamos llegar a ningún acuerdo. A mis casi 52 años y ya, como quien dice, en el ocaso de mi vida laboral, he visto evolucionar la industria lo suficiente como para tener claro, muy claro, que cada día más, sobra la mano de obra humana. Triste, pero real.
Esto me da pie a una reflexión que, si la redacción de EPDV quiere, algún día podría exponer y va en la línea de que, es más que probable que, eso que fuerzas populistas han estado defendiendo como es "la renta básica", llegue antes de la mano de fuerzas liberales que no progresistas. ¡Tendría su gracia!
Volviendo al tema del trabajo digno y para quienes se rasgan las vestiduras y hacen populismo con eso, me gustaría preguntarles dónde estaban cuando Rajoy aprobó la reforma laboral (salvaje) de 2012. ¿Dónde estaba Iglesias? Enviando Tuits, buscando su nicho de votos para ser casta. ¿Dónde estaba Espinar? Tal vez pagando sus estudios con la tarjeta black de su padre. ¿Dónde estaban los representantes de los sindicatos? No me digan que comiendo gambas, eso lo puedo intuir.
Y antes de ser crucificado en los comentarios... les diré que yo estaba en el juzgado de lo social número 3 de Albacete peleando, en solitario, contra un monstruo con más de 50 millones de beneficios EBITDA, y les vencí. Y como yo otro centenar de compañeras y compañeros, mientras los demás, como no iba con ellos, pasaron olímpicamente de nosotros.
Mola ser progre, indepe y más demócrata... pero el que se estaba pegando tortazos contra la gran empresa, mientras los demás estaban tan ricamente tuiteando, era yo en dicho juzgado.