Me refiero a la profesionalidad de alguna empresa que actualmente está realizando obras en nuestra ciudad. La semana pasada, y ante la inminencia del Ecuador Festero, los propietarios de establecimientos de la calle Cervantes se reunieron con los encargados de las obras que se realizan en este lugar.
La reunión estaba provocada por los trabajos que se están acometiendo en las aceras. Los ciudadanos que circulan por la calle Cervantes se han quejado, al igual que los responsables de los establecimientos allí situados, de los pocos puntos que se han habilitado para cruzar la calle, al contrario que en las obras de la avenida de la Constitución del Plan de Acción Comercial, donde se han colocado pasarelas con barandillas.
En el encuentro los responsables de las obras se comprometieron a colocar unas pasarelas para el fin de semana, momento en que se iba a realizar la cena del Ecuador Festero. Pues bien, una vez finalizado el concierto del Ecuador, las 400 personas que se dirigieron al Salón Principal para celebrar el ágape, se encontraron con que las aceras que dan acceso al salón estaban sin acabar, los hierros que se utilizan para marcar la colocación de las baldosas ni tan siquiera se habían retirado, las vallas situadas en la misma puerta estaban colocadas de tal manera que dificultaban, más todavía, el acceso al lugar de la cena, etc.
Un panorama que empeoraba más aún cuando, al haber llovido durante todo el día, el barro no permitía circular por la calle. Estoicamente, y en fila india, accedieron los 400 invitados al local, donde se escucharon comentarios de todo tipo en el vestíbulo del salón, que quedó como ustedes se pueden imaginar gracias al trabajo que no realizó quien se comprometió ante técnicos y comerciantes pocos días antes
¡qué cara tienen algunos!
