De verdad que lo siento. Celia, me resulta extraño e intrigante algo y te diré qué es, y el por qué. El concejal José Ayelo ha dimitido, abandonando sus tareas políticas en el Consistorio villenense, pero manteniendo las de la Diputación Provincial. Y eso que dice que la decisión estaba tomada hace un par de años. O sea, que acaba ahora, con sus compañeros locales, en una clara falta de sintonía, pero prosigue, aún, con sus colegas provinciales, con los que, por lo que se ve, está encantado de servirles, ya que es asesor provincial.
De lo que está cansado es, solamente, de la política local, y por lo que dice, no tanto de vosotros como sí de algunos de ellos. Y fíjate que entreabre la puerta a otras candidaturas no municipales. Pues lo siento, Celia. Parece que Ayelo no irá en las próximas municipales y tú no captarás esos votos de los descontentos que, con la figura de este hombre, hayan podido proliferar. Lástima. Por el contrario, procura no perder muchos de los tuyos, si al final eres tú de nuevo la candidata.
Celia, estate tranquila pero no te relajes. Tal y como lo pinta Ayelo, el PSOE debe estar ahora en el punto más bajo de su crisis de renovación. Si no, no se entienden las opiniones que vierte de sus ex-compañeros, como que Carlos Beltrán no es el candidato que yo, como militante socialista, elegiría, o esta otra de si yo tuviese capacidad de decisión en el PSOE, trataría de buscar otro candidato. ¿Pero acaso no es lo habitual en el PSOE que el Secretario General sea el candidato al cargo correspondiente? ¿Y, acaso el PSOE no ha celebrado, muy recientemente, esas elecciones, obteniendo la candidatura que ahora recibe el menosprecio de Ayelo, una aplastante victoria? A ver, Carlos, que ya toca hombre. Que a veces hay que demostrar que uno sirve para lo que se ha presentado, y además lo han elegido. A mí sí me daban consejos, y uno muy bueno que he pretendido seguir siempre es que la vergüenza solo para matar y para robar. Pues a tomar decisiones, sin ningún tipo de vergüenza.
Yo siempre he dicho que Ayelo, como gestor cultural, al que hay que controlar muy de cerca, es válido. Y me congratulo que quiera regresar a la Casa de Cultura, a hacer cultura. Sí, pero el tipo de cultura que decida el ganador en las urnas. No la suya. La suya fue, en gran parte, una cultura puesta principalmente al servicio de un partido, a la obtención de unos votos que perpetuaran a un equipo muy concreto en el gobierno municipal, y funcionó, ¡eh Ayelo!, vaya si funcionó. Funcionó, porque pasabais por encima de interventores, de tesoreros, y hasta de tenientes de Alcalde. Aquello, a mi entender, felizmente, ya no se repetirá mas.
Y por último, me parece muy chocante que quieras agradecer, especialmente, a los medios de comunicación su trabajo. Tú que los diferenciaste y los trataste muy especialmente. ¿De verdad fueron ellos los talibanes?
