Locos por Ellroy
Abandonad toda esperanza, salmo 4º
Aunque a estas alturas resulta una perogrullada afirmar que la novela negra es la que más fielmente refleja la realidad de nuestro tiempo, muchos siguen negando la validez de este género mal llamado menor. Quizá debieran echarle un vistazo a la obra de James Ellroy: probablemente cambiarían de opinión.
Gracias a su dotes de observación y su estilo directo y sin concesiones, Ellroy se ha convertido en estandarte del género y cronista de la vida norteamericana del siglo XX. Como suele ocurrir, tuvo que ser una adaptación cinematográfica -la magistral L.A. Confidential con Kevin Spacey, Guy Pearce y una futura estrella llamada Russell Crowe- la que pusiera el nombre del escritor del texto original en boca de todos los aficionados. La cinta de Curtis Hanson, espléndida adaptación de un novelón de más de 600 páginas, tenía personalidad y aroma de clásico del cine negro por arrobas, como no se había visto desde hacía por lo menos veinte años.
Pero Ellroy no se detuvo en las novelas de "El Cuarteto de Los Angeles" y tras este portentoso retrato de su ciudad natal siguió evolucionando con una autobiografía y la realización de su monumental proyecto narrativo -todavía inconcluso- sobre la historia oculta de América: la "Trilogía Americana".
Como descanso en la realización de esta gran epopeya nos llega ahora Loco por Donna, obra menos ambiciosa pero igualmente excelente donde su autor, pese a la concisión de las tres novelas cortas que la componen, consigue imprimir en pocos trazos personalidad suficiente a sus protagonistas como para que perduren en la memoria del lector: un policía violento y una actriz de Hollywood fascinante como las femmes fatales de los clásicos del género se aman desde los años 80, cuando todavía coleaba el fenómeno de Linda Lovelace (protagonista del clásico del cine X Garganta profunda), hasta nuestros días, donde Jenna Jameson es la actual reina del género ocupando por sí sola medio internet.
Quien busque una novela de intriga a lo Agatha Christie probablemente se lleve una decepción, ya que el suspense queda en un segundo plano: al lector no le interesa tanto quién violó y mató al homosexual que yace en un coche abandonado, como asistir impotente a la descripción del cuadro humano que puebla las calles de una urbe repleta de violencia (gratuita) y sexo (en todas sus variedades), y donde -como señalaba Peter Milligan en su cómic Blanco humano- "todo es apariencia". Pero quienes olviden sus prejuicios y deseen una buena dosis de Literatura con mayúsculas, repleta de seres de carne y hueso y verdaderos dramas humanos, saldrán recompensados. Ahora bien, tengan cuidado: es material peligroso y corren peligro de sobredosis.
Loco por Donna de James Ellroy está editado por Ediciones B (2005).