Sociedad

Los 6 expedicionarios de Villena cruzarán EE.UU. haciendo, en sentido contrario, la Ruta 66

Tras un tiempo sin hacernos llegar noticias de su maravilloso viaje, los seis expedicionarios villeneros que pretenden dar la vuelta al mundo en 80 días nos han vuelto a escribir para informarnos de su periplo por Hong Kong y Japón, donde la comodidad de los transportes actuales les ha dado mucho tiempo libre para “poder disfrutar con tranquilidad de lugares increíbles”.
Nada más salir de Hong Kong hacia Yokohama, en el aeropuerto, tuvieron la suerte de cruzarse con tres parejas de españoles que residen habitualmente en Hong Kong, pues los chicos juegan al fútbol en la liga profesional de la ex-colonia inglesa, y además iban a celebrar la victoria en el último campeonato pasando unos días de vacaciones en Japón. Durante los tiempos de espera y tránsito aprovecharon para hablar, cómo no, de fútbol, con la última Champions y la Eurocopa de Francia como tema principal, y también de comida española, pues pese a vivir con todas las comodidades, no es fácil ni barato acceder en Hong Kong a productos básicos en la dieta de todo español que se precie como el queso, el jamón o el vino.

Ya en Yokohama están disfrutando de una ciudad auténticamente “futurista” que compite con la capital, Tokio, como centro financiero y de negocios del país, y de hecho alberga la sede de numerosas compañías multinacionales. A los villeneros les sorprende la naturaleza de una ciudad absolutamente nueva, pues “pues fue destruida por un terremoto en 1923 y posteriormente sufrió los estragos de la segunda Guerra Mundial, por lo que las construcciones más viejas tienen como mucho 50 o 60 años”.

No obstante, y al contrario que en Hong Kong, están teniendo dificultades para entenderse con los japoneses debido al idioma, lo que no les ha impedido poder disfrutar de numerosos restaurantes de la ciudad, visitar el barrio chino –uno de los mayores del mundo– y hasta visitar el Estadio Internacional de Yokohama, que acogió la final del mundial de fútbol 2002, donde todos los empleados vestían de rojo y pantalón negro –como los Piratas–. De hecho, dicen entre risas, “uno de ellos se parecía mucho al presidente y nos estuvimos riendo un buen rato”.

Sin quitar ojo de las pantallas de alerta que abundan en cualquier espacio público –Yokohama está en el llamado “Cinturón de fuego del Pacífico”, el lugar de la tierra donde hay mayores posibilidades de sufrir un terremoto o un tsunami–, los expedicionarios trabajan ya en el diseño de su ruta por Estados Unidos, próxima etapa del viaje, donde van a tomarse una pequeña licencia: en lugar de seguir la ruta de Phileas Fogg, han optado por una muy parecida pero más actual: cruzar Norteamérica de oeste a este siguiendo, al revés, la famosísima Ruta 66. Seguiremos informando.

Pd. Aprovechando su mail, añaden el siguiente comentario: “La trasferencia llegó bien, pero estiraros un poco más, roñosos, que Paco nos controla mucho y queremos alquilar una “furgo”, como los hippies, para hacer la Ruta 66”.

Pd 2. Además, también señalan que “leemos a diario EPdV y estamos alucinando con las noticias sobre la Casa Festera, el texto de la Conversión, el cartel de Fiestas y el asunto del Regidor. ¡A ver si no vamos a conocer Villena cuando volvamos!”.

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