Los colegios recibirán 8.000 purificadores de aire para evitar el aumento de contagios
La conselleria enviará los equipos portátiles en las próximas semanas y elabora una guía que recomienda el uso de ropa abrigada y nuevas medidas de ventilación
Las consellerias de Educación y de Sanidad distribuirán entre los colegios públicos y concertados valencianos 8.000 aparatos portátiles de filtración de aire para ser instalados en las aulas donde no se pueda garantizar la correcta ventilación natural, especialmente en aquellos espacios que han tenido que ser habilitados como clases de manera excepcional por la reducción de ratios, desde capillas hasta salas de reuniones, gimnasios o barracones.
Los aparatos serán enviados en las próximas semanas desde el departamento que dirige Vicent Marzà, que además ha elaborado un protocolo específico sobre cómo debe ser la ventilación de las instalaciones con la llegada del frío. Será la administración, en base a la información de la que dispone, la que hará el reparto, y siempre en función de la disponibilidad de stock.
La medida ha sido anunciada por el presidente de la Generalitat Ximo Puig y por el propio Marzà. Puig ha explicado que la subsecretaría de la Conselleria de Sanidad ya ha iniciado los trámites para la contratación de los equipos portátiles. Estos incluirán filtros Hepa, capaces de eliminar la carga vírica del aire en un espacio cerrado. Y tendrán una vida útil de un curso escolar.
De esta manera se recogen las peticiones planteadas en este sentido desde la comunidad educativa y las recomendaciones de diferentes informes de expertos, entre ellos el elaborado por el Csic, en el que ha colaborado la Generalitat.
Marzà ha informado también de las novedades en cuanto a ventilación de aulas ante la llegada del frío. Hasta ahora el protocolo valenciano, ideado el pasado verano, hablaba de una ventilación constante, manteniendo puertas y ventanas abiertas el mayor tiempo posible.
En base al citado informe, se plantea la misma solución siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan. En caso contrario (frío y lluvia por ejemplo) se deberá hacer al menos cada 25 o 30 minutos (al empezar una clase o a la mitad de la misma) durante periodos de entre tres y cinco minutos. Con los cambios de clase la nueva guía plantea que se permita una ventilación cruzada durante unos cinco minutos, es decir, abriendo todas las ventanas y puertas posibles para facilitar la circulación y renovación del aire.
Cuando las condiciones del aula o del espacio habilitado para dar clase impidan una correcta ventilación, acumulándose aire viciado aumentado el riesgo de que exista carga vírica en el ambiente, se podrá recurrir a los purificadores portátiles, que también estarán disponibles para las aulas que no puedan ventilarse cuando haga mal tiempo. En resumen, la tónica general debe ser la ventilación natural en base a las nuevas indicaciones, y cuando no sea viable, se deberá recurrir al purificador.
La guía señala que «como estos equipos garantizan un filtraje eficiente del aire del aula en el plazo aproximado de una clase, pueden ser utilizados de manera alternativa por dos aulas, con lo que se garantiza el filtrado de ambas». Así, con todos los equipos previstos ya instalados, se puede dar servicio a 16.000 unidades de las 45.000 que conforman el sistema educativo sostenidos con fondos públicos.
La guía también prevé unas medidas comunes ante la llegada del frío, como disponer de ropa abrigada (como complemento a lo establecido en el documento, remitido hoy a los centros), así como reducir el ruido en espacios comunes interiores para evitar que se cuele en las aulas cuando puertas y ventanas permanezcan abiertas.
«Queremos aulas más seguras en las mejores condiciones, lo hemos hecho desde el principio y lo seguiremos haciendo», ha defendido Marzà, quien también ha recordado que se ha recurrido a estos equipos por su seguridad, en el sentido de que se ha verificado que no producen ningún efecto secundario que pueda resultar perjudicial para el alumnado. También ha agradecido a la comunidad educativa «el respeto escrupuloso de los protocolos», lo que ha permitido que tras once semanas de curso las aulas confinadas no superen, según los últimos datos, el 1,3% del total.
Por su parte Ximo Puig ha defendido que «se da un paso más para garantizar la máxima seguridad en las aulas» y ha destacado el trabajo de los alumnos «asumiendo el papel que a cada uno nos corresponde en esta pandemia».
Menos mal que han rectificado y reconocen que son necesarios