Los ecologistas alertan de la suciedad del Júcar cerca de la toma de agua del trasvase
La modificación del proyecto del trasvase Júcar-Vinalopó cambiando la toma del agua al Azud de la Marquesa (cerca de la desembocadura) eliminando la opción de Cortes de Pallás se llevó este fin de semana una nueva bofetada, esta vez por parte de la plataforma Xúquer Viu que, tras supervisar gran parte del cauce del río, denunció que presenta altos grados de contaminación, sobre todo aguas abajo de Alzira y Carcaixent.
Estas localidades densamente pobladas y con tradición agrícola e industrial continúan vertiendo sus aguas residuales prácticamente sin depurar al Júcar a escasos kilómetros del Azud de la Marquesa. Una alerta de la plataforma Xúquer Viu que, paradójicamente, carga de razón a las denuncias de la Junta Central Usuarios del Júcar-Vinalopó que, entre otras razones, rechaza el caudal de Cullera por tratarse de agua residual depurada con altos contenido de pesticidas.
Antonio Rico, catedrático de Geografía Regional de la Universidad de Alicante e investigador del Instituto de Geografía, señaló ayer que «hoy por hoy el agua del Azud de la Marquesa presenta una calidad muy mala para el riego, lo venimos advirtiendo desde el Instituto y las pruebas están ahí. Se trata de caudal con agrotóxicos procedentes de retornos del riego». Rico apuntó que «un tema que nadie ha tenido en cuenta hasta ahora y es de una gran importancia es el de la legislación comunitaria sobre las exportaciones de productos hortofrutícolas. La norma EUREP-GAP deja claro que éstos deben tener contenido cero en cuando a tóxicos. Hortalizas y frutales deben recibir agua de calidad».
Tanto los rectores de la Confederación del Júcar como los de la sociedad pública Aguas del Júcar sostienen que el problema de la contaminación habrá desaparecido cuando entren en funcionamiento las depuradoras de Alzira y Carcaixent y que en 2009 -fecha dada por la ministra para el final de las obras- el tema estará solucionado.
Sin embargo, la imagen actual no es lo ecológica que prevé la Administración. A su paso por Alberic, los piragüistas de Xúquer Viu encontraron la semana pasada restos de escombros a lo largo de más de un kilómetro, tuvieron que sortear troncos e infinidad de plásticos, garrafas vacías de pesticidas y de insecticidas de uso agrícola y restos de materia orgánica.
Conforme avanza el curso del río el color del agua sufre en Carcaixent cambia pasando del verde al gris y despidiendo un fuerte olor a material orgánico en descomposición, cuya pestilencia aumenta en Alzira. Basura flotando, corcho de color blanco o bidones vacíos de pintura son algunas de las «especies» que pueblan el cauce, según testimonios recogidos por este diario.
Fuente: Diario INFORMACIÓN.
Autor: F.J.B.