Opinión

¿Los Moros Viejos abrirán el desfile de La Entrada y los Cristianos La Cabalgata?

“De lo que estoy completamente seguro es de que el orden de las comparsas no cambiará en los desfiles”, me comentaba un amigo festero una vez acabada la exaltación de la Regidora Infantil, “y no las tengo todas conmigo”, terminaba diciendo. El comentario no viene de un festero normal, de los que pagan religiosamente su cuota, sino que fue hecho por uno de los responsables que componen actualmente la Junta Central de Fiestas y ese es el motivo que me ha llevado a esta reflexión.
Desde que la nueva junta directiva de la Junta Central de Fiestas de Villena, encabezada por Antonio Navajas, pasó a dirigir el máximo órgano festero de la ciudad, todo han sido sorpresas y uno ya no está para tanto susto. Un día, recién estrenado el año, sin que nadie se lo esperase dejamos de pertenecer a la UNDEF, el motivo, las reiteradas solicitudes de la Junta Central a la UNDEF, y que habían sido obviadas por este órgano festero, “pero la asamblea de mayo ratificará esta decisión”, nos contaban. Desde la UNDEF, recibíamos declaraciones de que no existe ninguna petición, con registro de entrada, en su sede de Beneixama, por parte de la JCF de Villena.

Unos días después, y ante la maldad de la UNDEF, se recibía en la sede social de la Junta Central el recibo para cobrar la cuota de esta asociación. Rápidamente, muy rápido, la UNDEF recibía una notificación por la que la JCF de Villena decidía abandonar definitivamente la UNDEF, sin llegar a la asamblea de compromisarios de mayo, sin contar con los festeros de cada comparsa y sin que las directivas hayan notificado a sus socios tal decisión. La decisión fue tomada y no todos los presidentes estuvieron de acuerdo.

La semana pasada se aprueban más cambios, con más o menos relevancia según el cristal con que se mire. El Pasacalles cambia de recorrido, las mentes divinas también deciden que las Embajadas deben cambiar su itinerario, ambos actos se modifican por los daños que producen los arcabuces en las estrechas calles del barrio de El Rabal y aquí pueden tener razón, Pasacalles y Embajada no deben desfilar por donde no se puede disparar. Pero la solución la tienen que dar los vecinos de El Rabal, pienso.

Pero lo más inverosímil, allí donde yo no podía pensar que los lumbreras de la JCF llegasen, es a la modificación del desfile de La Esperanza con el formato que han aprobado, ¡para romperse el traje!, como diría un amigo. Ya se ha intentado varias veces cambiar el horario y recorrido y siempre se ha vuelto al que hasta hoy teníamos, pero ¿comenzar a las 10 de la mañana y después ir a la Misa? Solamente mentes privilegiadas son capaces de aprobar esto, el resto de humanos no llegamos a entenderlo.

Se atrasa la Diana a las 7:30 horas, termina a las 8, sales corriendo a almorzar con los amigos, rápido, debes terminar a las 9 e ir a casa, prepara a tus hijos para el desfile 9:30, llega a los Salesianos las 10. Los Moros Viejos lo tienen claro, a correr como están acostumbrados, pero ¿y los Cristianos?, recién terminado el desfile a Misa, a las 12. ¿Podrán los niños con ese calor que nos hace buscar la sombra durante el desfile, encerrados con el traje oficial en la Iglesia de Santiago?

Como los lumbreras les esperarán en el patio de la Casa del Festero, “cervecita en mano”… ¡qué más les da!

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