Los niños fueron los reyes en la noche más esperada del año
El pasado viernes, la cabalgata de los reyes Magos de Oriente, con su espectacular boato, sus pajes, sus ayudantes y toda la parafernalia que requieren tan destacadas personalidades, tomó las calles de Villena en su paseo previo a la mágica noche de los regalos, una de las más esperadas del año.
Tras recibir personalmente Sus Majestades a cientos de niños gracias a la intermediación de la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos, que lleva 20 años organizando de manera continua un acto entrañable y exitoso las colas de espera así lo confirman, posteriormente fueron la Casa Consistorial y las autoridades locales quienes asimismo recibieron a los reyes, que no perdieron la ocasión de dirigirse a los más pequeños desde el balcón de Alcaldía, dando después comienzo un desfile grandioso, para regocijo y alegría de los pequeños villenenses... y de los no tan pequeños, pues la cantidad de público congregada tanto en la Corredera como en la Avenida de la Constitución recordaba a los mejores días de Septiembre, y es que, pueden pasar los años, pero todos seguimos siendo unos niños y cuesta poco ilusionarnos, aunque sea por unas horas.
Gaspar, Melchor y Baltasar, rodeados de todo su séquito, presidían el desfile desde sus respectivas carrozas. Antes de ellos, los pastorcillos. Y entre una y otra espectáculos de percusión y lanzafuegos, todo ello acompañado por la música de la Sociedad Musical Ruperto Chapí y de la Banda Municipal de Villena, que, como es costumbre, abrió un desfile que tuvo como colofón, cerrando el mismo, un enorme camión cargado hasta los topes con miles de juguetes para ir abriendo boca en espera de lo que todos los niños de Villena, en mayor o menor medida, iban a encontrar en sus casas a lo largo de la noche más mágica del año.
Más de un niño quedó con la boca abierta, literalmente, ante la presencia de tan descomunal trailer, así como ante la lluvia de miles de globos que año tras año desde hace ocho son lanzados desde la terraza del edificio que alberga las instalaciones de Querol y Querol, realzando aún más si cabe la noche que pone punto y final a las fechas más entrañables del año. Enhorabuena a todos aquellos que hacen posible que, aunque sea por una noche, los sueños sigan existiendo.