Los regantes valencianos se plantan ante los alicantinos por su defensa del Júcar-Vinalopó
El enfrentamiento entre los regantes del Júcar y los del Vinalopó a cuenta de la toma del futuro trasvase se ha enconado aún más a dos meses de las elecciones generales. El debate en un ámbito, el hídrico, muy sensible entre los electores, parece ahondar en la politización una vez más con la proximidad de los comicios.
Los dirigentes de la Acequia Real del Júcar, Juan Antonio Delgado, de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Cristóbal Aguado, y de la Unió de Llauradors, Joan Brusca, instaron ayer a la Junta Central de Usuarios del Vinalopó a retirar su campaña de recogida de firmas para pedir agua de calidad. La campaña, respaldada por organizaciones empresariales como la patronal COEPA o la Cámara de Comercio y sindicales como Jóvenes Agricultores ASAJA de Alicante, pretende recabar el respaldo de la sociedad alicantina a un manifiesto en el que se denuncia la contaminación y toxicidad del agua en la toma del trasvase.
Análisis de la CHJ
Los representantes de los regantes valencianos han negado que el agua en el azud de la Marquesa esté contaminada, y anunciaron que se querellarán contra quien vuelva a poner en duda su validez para destinarse al riego, lo que a juicio de los regantes valencianos podría perjudicar a las exportaciones agrícolas de las comarcas valencianas regadas con el agua del Júcar, obviando así las denuncias de los regantes alicantinos a las que el Gobierno ha sido incapaz de responder, que están basadas en los análisis que publica la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Además, los regantes valencianos han agitado de nuevo las sospechas sobre los intereses urbanísticos que podrían explicar la oposición de los regantes y empresarios alicantinos. Para ello, se ha recordado que el agua del polémico azud de la Marquesa riega desde hace miles de años los campos de Cullera, Sueca y Tavernes de la Valldigna.
Martínez responde
El presidente de la Junta de Usuarios del Vinalopó, Andrés Martínez, replicó a estas declaraciones que su campaña se basa en datos objetivos, publicados por la CHJ, y que en Valencia se toma el agua río arriba. Por ello, consideró que lo que hay que eliminar son los contaminantes, no la recogida de firmas.