Los tres golpes al corazón de La Dolorosa
Se inicia la Semana Santa y cada persona tiene una manera de vivirla. Desde muy pequeño mi familia y educadores me inculcaron sentirla cristianamente y, hasta la fecha, así lo hago. Valores que adquirí tanto en Tobarra, pueblo manchego de donde eran mis padres y que celebra su semana grande en esta época y claro, Villena, mi ciudad, donde siempre estoy muy cerca de las Cofradías y Hermandades.
Este año estoy viviendo en Villena sensaciones únicas y que deseo compartir públicamente con ustedes en este medio de comunicación. Puedo afirmar que la Semana Santa villenense goza de buena salud. Poco a poco se está notando un incremento de personas en las distintas Hermandades y Cofradías. Lo más importante, gente joven, pues eso garantiza un seguimiento para engrandecerla más si cabe. Así lo comprobé en primera persona cuando me buscaron para ser el presentador de la I gala musical de Semana Santa de la Cofradía Nuestra Señora de Los Dolores. Su presidente, Rafa Sanchiz, depositó su confianza en mí para este evento. Pero quizás algo que nunca olvidaré y guardaré en mi corazón fue el ofrecimiento de la Cofradía en ser Clamator en la procesión del pasado Sábado de Pasión. Son de esos pequeños momentos que tienen un importante significado.
Cuando Rafa me lo comunicó, en mi mente brotaron muchas cosas. Acepté rápidamente y por fin llegó el día de ser la persona encargada de dar el inicio a la procesión que con tanto tiempo y mimo han preparado cada uno de los Hermanos. Aseguro que fue una experiencia sensacional, única, inenarrable. Duró tan solo un minuto, pero os aseguro que ese minuto sabe a gloria bendita. Los sentimientos se afloran y por la mente pasan muchísimas cosas delante de la puerta lateral de la Arcedianal de Santiago.
Si, esa puerta que si se paran ustedes a pensar, tiene un significado importante en nuestra vida. Cito dos momentos. Por ahí salen las parejas que han contraído matrimonio y que tanta importancia tiene ese día de alegría y felicidad. Otro momento bien distinto es el del adiós, la puerta de la despedida, la puerta de la nostalgia, la puerta de las lágrimas. Quién de ustedes no ha despedido algún familiar o amigo que ya marchó al cielo. Una puerta que dice mucho.
Así lo viví el sábado de Pasión cuando la Cofradía me encomendó ser la persona de dar el arranque a la Estación de Penitencia. Acompañado por el Presidente, a las nueve y media en punto comenzó todo. La Plaza de Santiago enmudeció, di lectura al documento protocolario donde se incluía una emotiva poesía elaborada por el Hermano David Quiles. Una vez finalizada, me entregó la maza para dar los tres golpes de aviso. En ese corto tiempo entre golpe y golpe a la sagrada puerta, fueron numerosas las cosas que te pasan por la cabeza, como si quitaran de su corazón los siete puñales, símbolo de la Virgen.
Primer golpe. Te acuerdas de los que ya no están con nosotros y que salieron por ese mismo lugar, familiares y amigos. Como es el caso de hace poco más de un año mi querido Padre, o entre otros, personas jóvenes como el maestro D. Fernando Domene Albero.
Segundo golpe. Pensé en quienes sufren la enfermedad, injusticias, necesidades, problemas familiares, desempleados, personas que lamentablemente lo están pasando mal.
Y, al tercer golpe, uno se envuelve en peticiones ante la Sagrada Imagen con el fin de que a todos nos vaya bien en esta vida y podamos gozar de bienestar en todos los aspectos. Amén de lo que sufrió La Dolorosa con su hijo Jesucristo.
Como señalaba al principio es un momento único por muy sencillo que es, tiene un enorme sentimiento que lo recomendaría hasta al que no cree, seguro que descubriría en su interior una sensación de paz que es difícil de explicar.
Agradecido estaré siempre a la Cofradía Nuestra Señora de Los Dolores y a su Presidente Rafa Sanchiz, persona con ideas claras, joven y con ganas de engrandecer nuestra Semana Santa. No me puedo olvidar de su junta directiva José Sanchiz, Patricia Navarro, Adrián Lozano, Paco Patiño, Alejandro Samper y Miguel Vidal, a todos los Hermanos que dan su solemnidad a la Cofradía, y claro, a sus capataces, qué grandes son y con que mimo sacaron a la Señora a las calles de Villena donde las perfumaron de arte dando todo su esfuerzo y cariño dirigiendo el camino a los costaleros que son nuestro reflejo. Muchas gracias y Feliz Semana de Pasión.
José Antonio Serrano Yáñez
Clamator 2018. Cofradía Nuestra Señora de Los Dolores